Inmensos en plena rentrée, hacemos todo lo posible para trasladar el espíritu desenfadado de las vacaciones a nuestros hogares. Y dar una vuelta al interiorismo es una excelente forma de comenzar. Podemos hacerlo a través de gestos pequeños, como dando un cambio en la decoración de las paredes y darles nueva vida convirtiéndola en una galería de arte.

Llenar la pared de obras de arte, fotos familiares o de viajes o láminas decorativas enmarcadas es una apuesta que conlleva muchas ventajas. En primer lugar, puede ser una opción decorativa económica, ya sea incorporando piezas que ya tengas o enmarcando tú mismo fotografías familiares o de los momentos estelares de nuestras vacaciones. Además, es muy versátil y permite muchas posibilidades.

Salón con suelos de madera y tonos neutros

Una paleta de colores neutros

ONI Studio | Proyecto del estudio de Oskar Firek

No hay una altura específica en la que se debe colgar un cuadro, pero si queremos que se convierta en el punto focal de la decoración debemos colgarlo a la altura de la vista. Esto significa que aproximadamente se debe colgar de forma que su punto central quede a 160 cms del suelo.

Eso sí, hace falta cierto criterio para colocar lo marcos en la forma correcta y dar así un toque personal y artístico a nuestra casa. Si estás pensando en crear tu propia galería personal y no sabes cómo hacerlo, toma nota de estas ideas para que el resultado no sea un caos.

El color como denominador común

El color como denominador común

Westwing

Composiciones geométricas

Una forma tradicional de colgar láminas, cuadros o fotografías en la pared es seguir una composición geométrica. Si elegimos una forma sencilla, como un cuadrado o un rectángulo, podremos lograr una buena armonía entre los elementos forma bastante fácil.

Para empezar, una solución muy sencilla que nos va a ayudar a crear la composición es utilizar una tiza o cinta adhesiva de color. Después hay que medir los cuadros, sumar el espacio que queramos dejar entre marco y marco y trazar la forma en la pared. El proceso termina colgando los marcos siguiendo las líneas y rellenando los espacios interiores.

La composición cuadrada o rectangular es una de las más sencillas de conseguir. Para conseguir una composición armónica conviene combinar también los diseños de los cuadros y también los marcos. Los expertos recomiendan dejar un espacio de 4 o 5 centímetros entre cuadro y cuadro.

 

Sofa con alfombra de fibra natural

Cuadros en línea

Eugeni Pons

 

Colgar cuadros en línea

Si crear una composición geométrica te parece complicado o no casa con tu estilo, puedes optar por colgar cuadros en forma lineal, que es una de las composiciones más sencillas de hacer. Además, una composición alineada dispuesta en horizontal hará que la habitación se vea más amplia, mientras que una alineación de cuadros en una fila vertical hará que el techo se vea más alto.

Composición en el cabecero

Composición en el cabecero

David Zarzoso

Grupo de cuadros

Hay muchas formas creativas de lograr una armonía de cuadros sin necesidad de ceñirse a una composición geométrica. Antes de colgarlos en la pared, hay que pensar en combinaciones estéticas. El objetivo es encontrar algo en común entre los diferentes elementos. Puede ser el estilo, el tamaño, la forma, el marco o los colores, por ejemplo. Antes de colgar los cuadros en la pared, los expertos en interiorismo recomiendan crear las formas en el suelo para poder observar su efecto y pensar en la mejor forma de disponerlos en la pared antes de taladrarlos.

Para crear grupos de formas aleatorias no hay reglas, pero sí algunos consejos, como colgar dos o tres cuadros de forma geométrica y alinear los restantes. Otra opción es colocar los cuadros más grandes en un lado del conjunto y los pequeños agrupados en otro. Además, cuando se utilizan diferentes formas y medidas de marcos, debemos tener en cuenta que las distancias entre los elementos no puede ser la misma. Por ello, hay que dejar espacios que creen una composición equilibrada.