La temporada otoñal es momento para el recogimiento, en la que cuidamos las casas y las hacemos más acogedoras y cálidas. Oscar Wilde afirmó que una flor florece para su propia alegría. Nosotros añadimos que también para nuestro deleite, por eso nos gusta rodearnos de ellas y disfrutarlas en casa. Destilan vida y no requieren de una gran inversión, pero tienen la capacidad de transformar un ambiente y de cambiar el humor. Durante todo el año podemos variedades como rosas o liliums, la tendencia apuesta por hacerse con las disponibles en la estación en la que crecen de manera natural. El otoño y el invierno es buena opción es apostar por la flor de Pascua, el escaramujo (el fruto del rosal) o la camelia. En los meses fríos, la vegetación propia de la temporada adquiere una paleta cromática en la que los tonos ocres y rojizos son los protagonistas.
Cada vez estamos más interconectados con la naturaleza y las flores son un elemento decorativo más. En otoño deben crear un pentagrama de calma que invite a volver a casa. Aquí cinco ejemplos de ramos que estimulan los sentidos.