¿Dónde se inspiran las interioristas? Descubre sus 'trucos' para trasladar todas esas ideas a proyectos únicos

Saber dónde se inspiran algunas de las mejores interioristas permite sacar conclusiones sobre cómo trabajan las mejores expertas del sector. Le hemos preguntado a tres de ellas: Mireia Torruella, Adriana Nicolau y Claudia de Sousa, en qué se fijan y que trucos tienen para trasladar después a sus proyectos todas esas ideas de las que se nutren. La capacidad de observación e imaginación con la que cuentan, la intuición y la minuciosidad con la que trabajan es digna de mención. Obviamente, las redes sociales –Instagram y Pinterest, sobre todo– son una buena fuente de ideas, pero sin excepción, todas citan también revistas de interiorismo y decoración (nacionales como internacionales).

 

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Reforma de un piso de 200 m² Barcelona. Proyecto: Mireia Tarruella

Las redes sociales y las revistas son fuente de inspiración

“Encuentro inspiración en muchas fuentes, tanto digitales como físicas”, apunta Mireia Torruella, fundadora del estudio de interiorismo Júlia Brunet, en Barcelona. A Torruella le gustan plataformas como Pinterest, “que es una mina de ideas visuales”, e Instagram, “donde sigo a diseñadores y estudios de referencia de estudios internacionales. Me inspiran especialmente los franceses, ucranianos, australianos o polacos, como Studio Etthem, Atelier DAA o Studio Monocco, que aportan enfoques frescos e innovadores”.

Piso en Ortega y Gasset, Madrid. Proyecto: Adriana Nicolau

Adriana Nicolau también cita ambas redes sociales, que califica como “un bombardeo de imágenes”, pero reconoce ser “de las clásicas” y, por eso, sigue inspirándose “en revistas de papel y libros de diseñadores o de arquitectura”. Por su parte, la interiorista Claudia de Sousa asegura que se fija en muchas cosas: “desde el arte, la moda o el diseño gráfico a revistas como Yellowtrace o Wallpaper”.

 

Esta casa de campo, desde la que se ve la montaña de Montserrat, es un remanso de paz en la provincia de Barcelona. Proyecto: Mireia Torruella, de Júlia Brunet Interior Design & Styling

El día a día de las ciudades y los viajes también resultan sugerentes

Las ciudades en las que viven ofrecen enormes posibilidades de inspiración. Nicolau cita el Rastro de Madrid: “un cajón desastre maravillosamente inagotable en el que en cada visita encuentras algo”. Para Tarruella, vivir en una ciudad como Barcelona “es una suerte”. Reconoce que no solo le inspira su arquitectura e interiorismo, sino también la vida cultural. Además, le encanta explorar sus tiendas, restaurantes y eventos, “que siempre ofrecen algo fresco y diferente”.

Mercado de La Boquería, Barcelona

Como le ocurre también a Nicolau, Torrurella reconoce que su pasión por viajar: “una de las mayores fuentes de inspiración en mi trabajo”. Alojarse en hoteles de diseño, como los Mama Shelter, de Philippe Stark; o los de la cadena The Hoxton, es inspirador. También lo es descubrir rincones escondidos o sumergirse en nuevas culturas, “que me abre los ojos a formas distintas de concebir los espacios y los detalles. Cada viaje me enriquece y se refleja en los proyectos que diseño”, continúa Torruella.

Salón del piso en Gràcia de una joven familia. Interiorismo: Cláudia de Sousa

Observar, dejar reposar las ideas y guiarse por la intuición son los trucos que las interioristas aplican en sus proyectos

Mientras De Sousa reconoce que a la hora de destilar toda la información “se deja llevar por la intuición”, y Nicolau dice que “cuando la inspiración se torna un torrente descontrolado vuelvo a lo primero que imaginé para ese espacio”; el truco de Tarruella para incorporar lo que le inspira está en “observar con intención, hacer fotografías, vídeos y tomar notas”. Luego, para transformar toda esa inspiración en algo coherente, empieza “buscando un concepto para, a continuación, crear un moodboard –una idea que también cita De Sousa– que no solo incluya colores y texturas, sino también imágenes que transmitan emociones específicas”. Todo eso es lo que cree que le permite “traducir ideas abstractas en un concepto claro”. A continuación, deja reposar las ideas antes de concretarlas: un tiempo de pausa que la ayuda “a filtrar lo esencial y asegurarme de que cada elemento tenga un propósito”.