Su color violeta es un espectáculo visual y aromático que cobra aún más fuerza al atardecer, cuando el sol se pone y lo ilumina suavemente. Ahora que se acerca el verano, los campos de lavanda son todo un estímulo sensorial que nos transportan a la Provenza francesa o a los campos de Brihuega (Guadalajara). Si estás pensando en poder disfrutar a diario de su belleza, te tranquilizará saber que esta planta requiere de cuidados más sencillos de lo que puede parecer a priori. Es nativa de la región mediterránea, donde crece de forma natural bajo el solo caliente y el suelo seco, así que, se adapta con facilidad a un jardín, patios, balcones o incluso los alféizares de las ventanas de tu casa. Te contamos cómo cultivar y cuidar esta aromática planta.

 

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Detalle de fores de lavanda

El tiempo

Antes de plantar lavanda en la tierra, primero debes asegurarte de que funcionará con el clima en el que vives. Si siembras al aire libre, piensa que la flor generalmente florece entre la primavera y el verano en regiones cálidas y secas. Si bien los climas fríos y húmedos no son los mejores para que prosperen, a ciertas especies les va bien en esos entornos.

Fachada de una casa con un jardin de lavanda

Cuidados

Si vas a plantar tu lavanda en una maceta de interior  su lavanda en una maceta en el interior, solo tienes que asegurarte de que esté en una ubicación en la que reciba los rayos del sol.  Si no tienes buena mano, no te preocupes, tu única preocupación debe ser asegurarle un riego moderado.

Plantas de lavanda sobre un fondo blanco

En interior

Dado que a la planta de lavanda no le gusta el agua, debes tener eso en cuenta cuando la plantes. Consigue tierra para macetas y una maceta con buenas capacidades de drenaje. También debes tener en cuenta que hay distintas especies de lavanda:  la francesa (Lavender dentata) es adecuada para macetas.

Mesa y silla de plástico con plantas de lavanda en un jardin

En el exterior

Si vas a plantar al aire libre, es mejor que lo hagas en primavera. Asegúrate de colocar la lavanda a unos 30 centímetros de distancia para que se expanda. Riega una vez a la semana cuando estés plantando por primera vez, luego hazlo cada dos o tres semanas.

Campos de lavanda

La poda

El hecho de que esta planta requiera poco mantenimiento no significa que dejes que se las arregle sola. Ayúdale podándola con regularidad ya que de esta manera se promueve un crecimiento saludable. Puedes reducir hasta un tercio de la altura en las plantas más altas.

Plantas de lavanda con papel craft

La cosecha

Después de cuidar tu lavanda durante la temporada de crecimiento, también llegará el momento de cosechar la planta. Una vez que las flores florecen en primavera es cuando estarán más fragantes. Si cosechas entonces, es probable que también vuelvan a tener una segunda ronda más adelante en el verano.

Si quieres secar la planta de lavanda con fines decorativos o terapéuticos solo tienes que agrupar media docena de tallos y atarlas al final con una cuerda o banda de goma. Ponlos en un lugar oscuro, seco y cálido para evitar el moho y al mes ya están listas.

Ramos de lavanda secandose

Flores virtuosas

Entre los beneficios que tiene cultivar la lavanda en casa son todas las propiedades que la acompañan. Su flor genera un aroma que se sabe que proporciona efectos calmantes y promueve un mejor sueño. La lavanda incluso se ha utilizado para tratar la ansiedad, las infecciones por hongos, la caída del cabello y las heridas.

Rama de lavanda seca para hacer aceites aromaticos

Otros usus

Además de tener la planta en tierra, puedes probar a cortar un manojo de tallos de lavanda y úsalos de manera decorativa en un jarrón y también puedes secar las flores para utilizarlas de varias maneras: desde la decoración hasta el popurrí y o saborearlas en infusión. Lo único que tienes que hacer es dejar que aparezcan las flores para darles uso.