Las plantas en interior y en exteriores son tan necesarias que hay estudios que dicen que los pacientes de hospitales con vistas o cuadros de vegetación sanan más rápidamente. La presencia de plantas en la casa aporta alegría y vitalidad, aunque para ello deben mantenerse en buen estado o el efecto será contraproducente: si están en mal estado o moribundas transmiten decadencia y malestar.
Como todo ser vivo, las plantas poseen un campo energético que es más poderoso cuanto más sanas estén. Algunas creencias y filosofías como el taoísmo las utilizan como instrumentos de armonización energética de la casa pues aseguran que son capaces de equilibrar el qi o energía universal. Cada cultura las defiende a su manera, pero todas coinciden en la importancia de tener plantas cerca y cuidar de ellas, algo muy significativo.
Salud y calidad ambiental
Como todos sabemos, las plantas depuran el aire, y no nos referimos exclusivamente a la fotosíntesis, hablamos de determinadas plantas que son filtros naturales contra tóxicos. El espatifilio o “lirio de la paz” es especialmente eficaz contra el formaldehído o el xileno, y además mantiene a raya determinadas esporas de moho. La areca palma es muy eficaz contra el monóxido de carbono y se recomienda especialmente en casas de fumadores. Son solo un par de ejemplos pues prácticamente todas las plantas poseen propiedades depuradoras.
La NASA elaboró un informe en 1984 tituladoPlantas ornamentales para la disminución de la contaminación del ambiente interior que puede ser consultado fácilmente. También destacaremos, por su fácil mantenimiento y su rápido crecimiento, el potos, una planta muy eficaz también contra el formaldehído y el monóxido de carbono. Estas características son muy convenientes ya que la reducción de dióxido de carbono (CO2) facilita un sueño más reparador y la reducción de compuestos orgánicos volátiles (COV) disminuye las afecciones pulmonares, irritación en los ojos y otras patologías dependiendo del tipo en cada caso.
Otra de las grandes virtudes de las plantas es su capacidad de regular la humedad relativa interior o la de actuar como absorbentes acústicos para mejorar el confort, tanto en interiores como en exteriores. Es más, la presencia de mantos vegetales en fachadas exteriores asegura una mejora en el aislamiento y un control de insectos en los alrededores de la vivienda, y las cubiertas ajardinadas prestan un servicio para el propio edificio como aislante térmico y otro para la ciudad al favorecer la reducción de la temperatura ambiental.
¿Qué más se puede pedir? Pues aún hay más: para personas de edad avanzada el cuidado de plantas produce una saludable sensación de empoderamiento y vitalidad, además de la necesaria actividad para su mantenimiento, y para los más jóvenes, estos cuidados representan una interesante reducción del estrés.
Regalo para los ojos
El valor estético de las plantas es incuestionable y la flor es probablemente uno de los referentes estéticos más antiguos que existen. La industria de la jardinería, igual que la agricultura, lleva miles de años haciendo selección de las semillas productoras de las plantas más hermosas. Aportan color a través de la floración a los espacios interiores a lo largo de las distintas estaciones del año; es más, sus cambios naturales nos ayudan a crear ambientes adaptados para cada estación: intensos colores en primavera o marrones en otoño.
Hay plantas esbeltas, anchas, de hoja grande o pequeña, con tronco grueso o delgado, delicadas y robustas, las hay aptas para cualquier estilo y que pueden sobrevivir casi bajo cualquier circunstancia, por lo que disfrutar de ellas es casi una obligación en toda casa. Hoy en día existen sistemas de soporte y crecimiento controlado que nos permiten utilizarlas como elementos de protección visual en vallas y cerramientos de parcela o como revestimiento de paredes como los conocidísimos jardines verticales.
Otro uso en auge es el de las plantas acuáticas en piscinas naturales o balsas ornamentales, que aportan al jardín todas las virtudes comentadas hasta ahora y añaden la capacidad de purificación del agua para que siempre esté cristalina.
Selección natural
Para que el mantenimiento de nuestras plantas no nos esclavice es necesaria una correcta elección de las especies. Cada una precisa de una cantidad de agua y conviene agruparlas por necesidades o correremos el riesgo de perderlas. Ocurre lo mismo con la cantidad de tierra: cada especie necesita un mínimo; cuanto más diversifiquemos, más trabajo nos llevará el mantenimiento. También tendremos en cuenta la presencia de animales domésticos que puedan tener la tentación de alimentarse de nuestro preciado jardín. Para resolver todos estos aspectos no hay mejor solución que recurrir a un buen especialista a la hora de escoger las especies para nuestro hogar.
El gasto en agua es importante si tenemos muchas plantas; la elección de especies que sobrevivan en climas como el nuestro nos asegurará un ahorro de este bien escaso. Conviene saber también si nuestras plantas necesitan ser podadas para continuar creciendo o al contrario. Las especies estrella para ahorrarnos gran parte del mantenimiento son las crasas o suculentas, capaces de almacenar agua en sus hojas y que son a prueba de despistes.