El estilo ecléctico será protagonista esta temporada, como contrapunto a un minimalismo que ni en su versión más cálida parece desprenderse de cierta rigidez, como si estuviéramos viendo (y viviendo) nuestro hogar desde la tribuna de invitados. Ahora buscamos, o necesitamos, una decoración que nos transmita, que despierte emociones, que nos diferencie, pero nos haga fácilmente reconocibles.

 

 

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Despacho clásico con piezas y arte moderno

Es una buena manera de dar un aire más actual a un interior clásico o aire señorial a una estancia moderna

MONTSE GARRIGA | ESTILISMO de VÍCTOR HENRY / INTERIORISMO de LUZIO STUDIO

Pasión por la mezcla

Y es aquí, donde entra en juego un estilo que no teme a casi nada, que desprende una personalidad tan arrolladora, que nos hace quererlo en casa 'a nuestra manera'. Este amor por la mezcla, hace posible que antigüedades y piezas de diseño convivan no solo en armonía, sino demostrando la una a la otra que la unión hace la fuerza, como si un equipo de fútbol se tratase. 

Además, esto favorecerá que no tengas que deshacerte del aparador de tu madre, al que no solo tienes cariño, sino que tampoco tengas que comprar uno nuevo (cuestión de presupuesto).

Dormitorio con pared papel pintado negro y mesillas amarillas

Con tendencia al maximalismo, no teme al color ni al atrevimiento

CATHERINE SCOFFONI / INTERIORISMO de MIKEL IRASTORZA

Más es siempre más

Esta huida del 'menos es más'  se traduce en cierto maximalismo que, sin llegar a sus límites, se pasea por la cuerda floja. ¿Las razones? Adora la sensación de vivencias y autenticidad que encierran los objetos. Por eso, permite que entren elementos familiares, pero también souvenirs de viajes que en ningún caso pondríamos en una casa moderna.

Otro de los aspectos que le meten directo en las viviendas de 2025 es su capacidad para romper las normas, de salirse del corsé, que aprieta, y jugar y disfrutar con la decoración, sin reglas del 3, sin métodos que te convencen de deshacerte de cosas (casi siempre con razón) que trasladas de una casa a otra, como un amuleto de la suerte. 

Cocina roja con industrial con baldosas barro

La clave está en combinar sin miedo y establecer unidad visual

YIANNIS HADJIASLANIS AND POINT SUPREME

Sin miedo al color

Junto a la mezcla y la libertad nos da alas para introducir el color y aparcar al menos durante una temporada el clásico, básico y efectivo blanco y muchos de los neutros que le acompañan en su tarea. Es el momento de tonalidades intensas y fuertes que suponen siempre una reacción, que provocan siempre una emoción, un sentimiento. Desde la felicidad más absoluta hasta la paz o la concentración que necesitamos en ciertos momentos del día o la noche. 

Además, se trata de un estilo que juega con ventaja, ya que en un momento en el que recuperar piezas y elementos de casa de la abuela o de la madre, piensa en el grandmacore pero no solo en él, es perfecto para incorporar estos muebles y accesorios en una casa moderna, donde su presencia gana protagonismo, sin apagar al resto de elementos.

Salón con chimenea con aire art decó

Antigüedades y piezas de diseño conviven, al igual que texturas como la pana o el pelo

Westwing

Tres claves para combinar con acierto

Para evitar traspiés decorativos, rozar el mal gusto y conseguir una integración en armonía hay tres reglas (alguna debía tener) esenciales:

  1. Unidad visual. Aunque cada cosa sea de un estilo y no 'casen' es necesario que compartan un color, un motivo, un detalle… En definitiva, algo que cuando entres te transmita, sin querer, unidad, visión de conjunto, aunque no te expliques los motivos. Una forma de lograr esta sensación es mantener el orden, no tener cosas por medio, guardar los mandos de la tele, contar con un lugar para las llaves y el móvil… Una buena organización siempre ayuda, sobre todo cuando reina el exceso y la mezcla.
  2. Juego en equipo. Para que funcione, es preciso que jueguen en equipo y que no haya una pieza que destaque más que la otra. Evidentemente habrá elementos que llamen más la atención, pero cada uno de ellos debe tener su espacio definido, sin entrar en el de los demás.  
  3. Ilumina adecuadamente. La luz transforma y da vida a los espacios, así que úsala a tu favor. Ilumina cada pieza especial para que brille por sí sola y enriquezca el conjunto. Crear juegos de luces y sombras siempre ayuda y suma valor decorativo.

Arriesgar para ganar

Junto a estas tres claves, es importante no tener miedo a la hora de mezclar. Ser atrevido y decidido. Para ello, es importante 'pisar' fuerte, no mostrar inseguridad, ni siquiera cuando hay cosas que parecen no encontrar su lugar. Siempre lo encuentran. Y si no lo ves claro, introduce en una estancia actual una única pieza, una antigüedad, un elemento kitsch, algo que llame la atención por su color o tamaño. ¡Acertarás!