Cómo están diseñados los espacios tiene una influencia significativa en nuestro bienestar físico, mental y emocional. "La neuroarquitectura es importante en el diseño del hogar porque actualmente entendemos mejor cómo los espacios que habitamos, y el entorno físico, afectan a nuestras emociones, comportamientos y bienestar general", asegura Laia Montserrat, arquitecta y responsable de comunicación de Slow Studio: fundado por Víctor Vergés y Jade Serra, y con más de diez años de experiencia en arquitectura sostenible y neuroarquitectura.
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Potenciar la conexión con el exterior nos hace más felices
La distribución del espacio y su relación con el exterior es importantísima en la neuroarquitectura. "Diseñar los espacios de manera holística, teniendo en cuenta la continuidad interior-exterior es esencial en la neuroarquitectura porque afecta directamente a nuestra sensación de bienestar", dicen desde Slow Studio.
Esa conexión con la naturaleza, que es el principio central de la biofilia, tiene que ver con el vínculo innato de las personas con la naturaleza y la necesidad de interactuar con ella para mantener un equilibrio emocional y físico.
Diferentes estudios recogen que pasamos más del 90 % de nuestro tiempo en interiores, pero es a raíz de la pandemia cuando la necesidad de conectar con el entorno se ha vuelto más evidente. "Hay un mayor énfasis en la creación de ambientes que propicien la conexión con la naturaleza a través de estrategias como abrir los espacios a las vistas, favorecer la entrada de luz natural, usar materiales transpirables y naturales, incorporar la vegetación en el interior o diseñar espacios como patios bioclimáticos o pérgolas cubiertas con vegetación caduca".
Las plantas son muy importantes en la neuroarquitectura
Desde los dos estudios con los que hemos hablado convienen en que incorporar plantas es fundamental. "La naturaleza es un aliado que nos aporta salud", comenta la interiorista Mercè Gómez de Orgaz, fundadora del estudio Monotropa, que usa las plantas como hilo narrativo para definir los espacios que diseña. "Al incorporar vegetación a un proyecto se consiguen, entre otras cosas, ambientes más equilibrados, con una mayor regulación de la humedad y una mejor calidad del aire". Para esta arquitecta, tanto en el entorno laboral como en el doméstico, "el hecho de ver plantas y tenerlas cerca incrementa los comportamientos positivos y nos ayuda a reducir las emociones negativas y la fatiga mental".
Materiales naturales y la luz natural: dos claves para generar bienestar y felicidad
¿Qué es lo más importante para generar bienestar en casa? Desde Slow Studio apuntan tres claves para conseguirlo: "incorporar materiales naturales como madera, cerámica o piedra; priorizar la biofilia mediante la incorporación de plantas o elementos como pérgolas y patios bioclimáticos con vegetación; y utilizar sistemas que permitan la entrada de luz natural de manera directa y difusa".
De los de los 10 fundamentos de la neuroarquitectura que apuntan en la web de Slow Studio, entre los que están cuestiones como la higroscopicidad, el confort térmico y acústico o el uso de materiales no tóxicos, nos interesa saber cuáles son los más fácilmente trasladables al hogar. "Todos los fundamentos de la neuroarquitectura son importantes, pero los relacionados con la elección de materiales y la morfología de los espacios y su iluminación pueden ser adaptados con relativa facilidad para mejorar el bienestar de quienes habitan el hogar, ya sea mediante la incorporación de luz natural, la creación de espacios funcionales y cómodos, o la selección de materiales naturales y renovables que promuevan una sensación de calidez y confort".