Los 5 'hacks' de IKEA que transforman baños pequeños en espacios bien organizados

Una de las filosofías más conocidas para tener una buena distribución en casa es el Feng Shui. Esta técnica oriental tiene como objetivo poner en una balanza la organización esencial de los interiores con los elementos que conforman la naturaleza. Aunque no todo el mundo lo cumpla al 100%, todos los hogares tienen un orden inspirado en esta doctrina, sobre todo, en estancias con espacios reducidos, como suelen ser los baños pequeños. 

IKEA ha desvelado sus hacks más prácticos para la distribución de los baños con pocos metros, con el objetivo de que sus usuarios puedan aprovechar todas las posibilidades que les brinda el espacio. La marca cuenta con una serie de muebles y accesorios que dan la oportunidad de que la estancia parezca más amplia y favorecida. La combinación de recursos clásicos, con otros más innovadores, hacen que este ambiente alcance su máximo potencial.

 

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Los 5 hacks de IKEA para pisos pequeños 

Hay que aprovechar las opciones que nos brinda la pared. 

1. Apuesta por muebles suspendidos 

Una de las mejores maneras de sacar el mayor rendimiento a una estancia pequeña, es hacer uso de la horizontalidad y verticalidad del espacio. En un baño, se puede optar por integrar en la pared todos los muebles para que el suelo esté disponible para otras funciones. En este ambiente de la marca sueca, vemos como se incorpora en el muro todos los elementos, como el bajolavabo, la papelera, el toallero e, incluso, el retrete. La superficie queda despejada y libre para depositar otro tipo de objetos. 

Al ser una mampara de una sola lama, el baño se ve más extenso. 

2. Elementos semitransparentes 

Los detalles que opacan el espacio, como las cortinas, hacen que el baño luzca mucho más pequeño. Para que se vea amplio, apuesta por una mampara con un material semitransparente, como el cristal templado. De este modo, el ambiente está unificado y la parte de la ducha es una continuidad del resto de la superficie. Si escoges un modelo para tapar la zona de higiene, de una sola lámina, la estancia ganará en amplitud.

Otorga un nuevo enfoque al tradicional espejo del baño, con un armario incorporado.

3. Escoge piezas con doble función 

Cada mueble del baño debe cumplir con una finalidad para que consiga tener cierta lógica en el ambiente. Una de las piezas que nunca han fallado en estos espacios y que puedes aprovechar para que tenga una doble función es el espejo. IKEA le da una perspectiva distinta con armarios incorporados en sus partes superiores. Las puertas llevan incorporadas los espejos y sus interiores disponen de una gran capacidad de almacenaje. 

Los carritos permiten cambiarlos de sitio según las necesidades del espacio. 

4. Piezas portátiles 

En todos los rincones de un baño pequeño debe haber algún elemento para aprovechar el ángulo de su arquitectura. Normalmente, se suelen poner muebles en forma de L, de gran volumen y consistencia, con la opción de guardar diferentes objetos. En cambio, la firma sueca nos propone una opción que se adapta a la perfección a cualquier estilo, y tiene la posibilidad de sacarlo del espacio cuando no se esté utilizando, como puede ser un carrito. Uno que disponga de distintos niveles y cestas para separar los accesorios por categorías.

Un mueble como este saca partido a la extensión de la verticalidad y los metros del suelo. 

5. Mobiliario estrecho 

Las estanterías estrechas son grandes aliadas en espacios con medidas reducidas. Este tipo de mueble suele tener una gran verticalidad, con baldas en distintas alturas, con el objetivo que el suelo quede disponible para situar más elementos. Un punto a favor de una pieza así, es que no hay que mover demasiado su distribución para integrarla en la estancia, además, que se puede ubicar en los lugares más inaccesibles y recónditos.