Hagamos una analogía muy evidente: hablar de baños pequeños es como pensar en un avión de una compañía low-cost: cada centímetro cuenta. Si alguna vez has intentado arreglarte en un baño donde el lavabo y la ducha están prácticamente fusionados, sabes lo que es la falta de espacio. Pero no todo está perdido.

Así como un buen plato de cocina de autor maximiza cada ingrediente, un baño bien diseñado puede hacer que un metro cuadrado parezca dos. Aquí es donde entra en juego la elección de los muebles adecuados. Porque, en estos casos, lo que menos quieres es que tu baño acabe pareciendo una partida de Tetris mal jugada.

Elegir muebles para un baño pequeño no solo es una cuestión de estética, es casi un reto de ingeniería (pero un poco más divertido). La clave está en entender las proporciones, el uso del espacio vertical y, sobre todo, tu propia rutina diaria. Porque, seamos sinceros, ese mueble de diseño que viste en Instagram puede que sea precioso, pero si apenas te deja espacio para moverte, pronto te arrepentirás.

 

Baño de estilo

Baño en mármol y porcelana, con lavabo de nogal. 

Joshua McHugh

El tamaño sí importa, pero no de la forma que piensas

En baños pequeños, elegir muebles demasiado grandes es un error muy común. Un lavabo enorme puede parecer atractivo, pero si te deja sin espacio para moverte o te obliga a hacer malabares para abrir la puerta del mueble, no es el adecuado. En este caso, lo compacto es lo ideal, pero compacto no significa incómodo. Existen lavabos con almacenaje integrado que optimizan cada rincón, sin sacrificar funcionalidad.

El truco está en pensar en términos de multiusos. ¿Por qué no optar por un espejo con armario integrado? Ahorras espacio, escondes el desorden y, de paso, tienes un lugar para guardar todos esos pequeños objetos que suelen invadir el lavabo. Eso sí, ojo con las proporciones: un espejo demasiado grande en un baño pequeño puede romper la armonía visual.

Baño orden

Las paredes, tus mejores aliadas. 

Kave Home

Aprovecha la verticalidad

Cuando el suelo no te da más opciones, la solución está hacia arriba. Y aquí es donde entra la magia del almacenaje en altura. Instalar estanterías flotantes, armarios colgantes o barras para toallas en la parte superior de las paredes puede ser un salvavidas. Además, libera el espacio a nivel del suelo, lo que crea una sensación de amplitud, aunque no ganes metros cuadrados reales.

Una buena opción es optar por muebles que se adapten a las esquinas o zonas menos evidentes del baño. Los módulos altos y estrechos, por ejemplo, son perfectos para esos rincones olvidados. Si además le añades una puerta con espejo, consigues un efecto de mayor luminosidad y amplitud.

 

Baño con azulejos verdes

Baño con azulejos verdes

Pol Giné

Materiales y colores: tus aliados secretos

La elección del material es tan importante como el diseño del mueble. Los acabados brillantes, como el lacado, reflejan la luz y pueden hacer que un baño pequeño parezca más grande. Los tonos claros, como el blanco, los grises suaves o los tonos pastel, también ayudan a generar una mayor sensación de espacio. ¿Te gustan los muebles de madera? No los descartes solo porque tu baño sea pequeño. La clave está en elegir maderas claras o acabados naturales que no saturen el espacio.

Si eres de los que prefieren algo más osado, un toque de color también puede funcionar, siempre y cuando sea sutil y no invada todo el espacio. Piensa en un mueble bajo el lavabo de color pastel suave o un pequeño armario de tonos apagados que añadan personalidad sin abrumar.

 

El mueble de IKEA perfecto para el baño.

Un carrito para el baño como este de Ikea es la opción ideal. 

IKEA

Funcionalidad por encima de todo

Un mueble puede ser el más bonito del mundo, pero si no es funcional, no tiene cabida en un baño pequeño. Piensa en lo que realmente necesitas y prioriza. ¿Es imprescindible un mueble con muchos cajones? ¿O quizás prefieres estanterías abiertas donde puedas tener todo a la vista? Evalúa tu rutina y adapta los muebles a tus necesidades, no al revés.

Y recuerda, menos es más. No necesitas llenar el baño de muebles. A veces, un solo mueble bien elegido y bien colocado puede ser suficiente para resolver todos tus problemas de almacenaje y de espacio. Es cuestión de equilibrio.