Combinar diferentes texturas en la decoración del salón le añade interés táctil y visual y lo transforma en un espacio mucho más interesante capaz de provocar diferentes sensaciones. Por ejemplo, una combinación en la que dominen el lino, el algodón, la lana o el cáñamo, combinados con acabados cerámicos, dará forma un ambiente más fresco y de estilo natural. Eligiendo el terciopelo y el bouclé, y añadiendo complementos de cristal, la sensación será la de un salón elegante y sofisticado.
En resumen, el interés de las texturas en la decoración del salón, y de la casa en general, está en cómo interactúan entre ellas. En este artículo te proponemos varias ideas para mezclar materiales y texturas de forma eficaz en el salón. En cualquier caso, plantéate primero qué objetivo buscas y, a continuación, incorpóralas progresivamente. Es mejor trabajar lento, pero ir sobre seguro… algo sobre lo que también te vamos a dar algún truco.
El contraste de materiales es clave…
Combina texturas rugosas con otras lisas. Si en el salón de tu casa has elegido mantener una pared original de ladrillo, una buena idea es que el sofá sea de una textura suave, como, por ejemplo, piel. El contraste que vas a lograr es potente y sugerente. También puedes combinar cortinas de lino, sobre todo si el salón no es muy luminoso, con un tapizado de terciopelo o bouclé en el sofá. Remata el conjunto con una mesa de un material natural, como la madera o la piedra. Es una forma infalible de incorporar el exterior al interior y de hacer que el salón resulte incluso más acogedor.
… Pero ojo con el color
Es importante que, además del material, tengas muy en cuenta los colores. Cuando hablamos de añadir textura a un espacio no se puede reducir todo a una mera cuestión táctil, sino que también hay que valorar el impacto visual. De hecho, si bien de manera sutil, nuestra apreciación del color varía en función del tipo de material. ¿Habías pensado que si eliges empapelar una pared con un papel texturizado en lugar de liso es probable la incidencia de la luz sobre él varíe cómo percibes visualmente ese tono en particular?
El tamaño de la superficie en la que incorpores el material también es importante
Al mezclar texturas hay que prestar atención al tamaño de la superficie. Con un suelo de microcemento encajan muy bien materiales de tipo natural porque contrarrestan su dureza y el efecto será el de un salón equilibrado. Con una pared de madera veteada conviene recurrir a materiales suaves. Puedes rematar el conjunto jugando con los accesorios. Plaids y mantas de lana, cortinas de lino y mesas auxiliares de mármol o cerámica añaden capas al conjunto y crean un interior rico en texturas.
Si no tienes claro por dónde empezar, hazlo con una alfombra
Puede ser que no tengas ni el tiempo ni el presupuesto para decorar tu salón con alguna de las combinaciones que te hemos ido proponiendo. En ese caso, la mejor forma de incorporar materiales y texturas en el salón es empezando con una alfombra. Por ejemplo, algunas de las nanimarquina son de lana afgana, "cuyo rizo e irregularidad en el hilado al tejerlo consigue darle un aspecto envejecido único", apuntan en la web.
También puedes decantarte por alguna de las de su fantástica colección de exterior, de fibra de PET reciclado, en cuyo proceso de fabricación se reutilizan residuos de polietileno. Si la propuesta de empezar por la alfombra no termina de convencerte, hazlo entonces por el sofá. Elige una tela lisa. A partir de ahí, busca combinaciones con otros materiales para conseguir un salón equilibrado y moderno.