El estudio de arquitectura CRÜ Studio ha logrado aportar singularidad y un toque personalidad a esta planta baja situada en el barrio del Clot, de la ciudad de Barcelona. El espacio, de planta rectangular, dibuja dos subáreas a ambos extremos, uno a fachada y otro a patio de manzana, conectados a modo de apéndice por un pasadizo de singulares proporciones, dada su gran altura y su escasa anchura. En total la vivienda tiene una superficie de 90 m2 a los que se le ha querido dar un carácter polivalente. Si bien cuenta con dos habitaciones, una doble, con bóveda incluida, y otra individual, esta última está proyectada tanto para ser zona de noche como para comedor.
La búsqueda de la versatilidad con la que han trabajado Joan Astallé, Clàudia Raurell y Marc Peiró, de CRÜ Studio, se traduce aquí en espacios depurados donde se impone la funcionalidad, eso sí, con un toque personal. El conjunto de la vivienda se ha revestido de pavimento continuo de resina epoxi multicapa, de tonos rojizos, generando cierta continuación visual con las baldosas cerámicas del patio exterior. Y es que la ubicación de la vivienda y su disposición contribuyen a que el diálogo entre interior y exterior sea omnipresente, en mayor o menor graduación.
El acceso a la vivienda, a pie de calle, se hace a través de un cerramiento de hierro. El dormitorio que comunica con la fachada se aísla respecto al exterior a través de intercalar un patio que filtra la contaminación acústica y visual. Tras superar esta primera área, se llega a una zona más angosta a lo largo de la cual se ha proyectado la cocina, a partir de una disposición en línea que da cabida a las zonas de almacenaje, agua y cocción. En el mismo frente, una puerta conecta con un cuarto de baño oculto tras la cocina.
En la parte posterior de la vivienda se encaja la zona de día, presidida por una serie base de baldas de DM barnizado. La zona de estar se orienta a un patio exterior donde se levantaba un volumen que ahora se recupera para integrarse al resto de la vivienda. Es aquí donde el espacio resulta más polivalente, pudiéndose adaptar a las necesidades de sus propietarios.