Ubicado junto al río Escalda, cerca de la ciudad de Amberes, se erige The Riverside Tower, un desarrollo de gran altura diseñado a principios de los años 70 por Paul De Meyer y Leon Stynen, este último uno de los mejores arquitectos belgas del siglo XX que creó una identidad en la ciudad de Amberes.
El propietario del edificio, vendió todas las propiedades de la torre. En el piso 10, el despacho de arquitectura Studio Okami, adquirió espacios para oficinas.
Además, The Riverside Tower, consta de 20 pisos con apartamentos. La excepción es el piso 13, donde se encuentran varios apartamentos dúplex con un corredor interno que conecta los huecos de los ascensores dobles. Fue aquí, donde el socio fundador de Studio Okami, Bram Van Cauter, renovó una de las viviendas de dos plantas y un total de 230 metros cuadrados para que dialogue con la torre brutalista que ya considera su hogar.
Hormigón al descubierto y toques de color
En la renovación de este apartamento, se puso el foco en dotar a la vivienda de carácter que dialogara con su historia y con otras obras de los arquitectos de la torre, dejando al descubierto el hormigón texturizado. "Además, se derribaron todas las paredes de los cinco dormitorios que albergaba el apartamento original, creando un espacio abierto tipo loft con un solo dormitorio", explican desde Studio Okami.
La pareja de propietarios, Doris y Bram, decidió no tener dormitorio de invitados, pues cuentan con un dúplex secundario en el mismo piso que alberga la galería de arte de Doris, Soon Gallery, y un B&B.
Las pocas paredes de ladrillo se cimentaron con piedras para crear una atmósfera homogénea. El carácter frío del hormigón queda equilibrado con suelos fluidos en color melocotón y el toque liviano de la escalera de caracol en acero y la pasarela, ambas en azul celeste. Todos los muebles han sido diseñados a medida para adaptarse al ascensor interno, de dimensiones reducidas.
En la planta inferior se encuentra el comedor y la cocina, mientras que en el piso 14 se ha reservado para el dormitorio y el estudio, además de un volumen técnico que alberga el baño, el trastero, la lavandería y el vestidor.