Cada primer lunes de octubre, se celebra el Día Mundial de la Arquitectura y, cómo no, en Arquitectura y Diseño nos gusta celebrarlo de una manera especial. Al fin y al cabo, es nuestro día. Este año, hemos querido hacerlo con un viaje que recorre cada los principales hotspots arquitectónicos del país. De norte a sur y de este a oeste, este listado no pretende descubrir rincones ocultos, sino hacer una parada en esos edificios que, si no has visto aún, ya deberías tener en la lista. Son estructuras que, por su diseño innovador, su historia o su conexión con el entorno, han dejado una huella indeleble en el paisaje español.
Monumentos que elevan el horizonte de las grandes ciudades y obras que desafían las normas de la estética industrial, estos lugares son una celebración viva de la arquitectura en todas sus formas.
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1. Galería de las Colecciones Reales, Madrid
Empezamos con una obra reciente en pleno corazón de Madrid: la Galería de las Colecciones Reales. Este edificio contemporáneo ha redefinido el entorno del Palacio Real y se presenta como un espacio que une tradición y modernidad de una forma casi mágica.
Diseñado por Mansilla y Tuñón, su volumetría monolítica y el uso del granito español juegan con el entorno, haciéndolo destacar y, al mismo tiempo, integrarse con su monumental contexto. Un auténtico regalo para los amantes de la arquitectura que aprecian el equilibrio entre lo histórico y lo contemporáneo.
2. Centro Botín, Santander
Nos movemos hacia el norte, donde el Centro Botín de Santander, obra de Renzo Piano, parece flotar sobre el Cantábrico. Esta estructura ha transformado la bahía de la ciudad con su diseño ligero y etéreo, reflejando tanto la luz como el mar. La relación que establece con el paisaje circundante es perfecta, casi como si hubiera nacido de las propias olas. Un paseo por sus alrededores sirve como lección de cómo la arquitectura puede conectar lo humano y con la naturaleza sin resultar intrusiva.
3. Cidade da Cultura, Santiago de Compostela
Continuando nuestro recorrido, en Galicia nos encontramos con la monumentalidad casi surrealista de la Cidade da Cultura en Santiago de Compostela, obra de Peter Eisenman. Este complejo cultural parece una colina ondulante más en el paisaje gallego, pero su diseño deconstruido y futurista le da una personalidad única. ¿La arquitectura puede reinterpretar lo natural a gran escala? Sí, además, genera un espacio en el que la línea entre el entorno y la construcción se difumina.
4. La Muralla Roja, Calpe
Si lo tuyo son los colores intensos y los espacios de ensueño, entonces debes visitar La Muralla Roja en Calpe, un edificio diseñado por Ricardo Bofill que se ha convertido un hit en Instagram.
Las formas geométricas y el juego de tonalidades rojo, rosa y azul hacen que te sientas como en un laberinto arquitectónico. Además, su configuración interior retoma los conceptos tradicionales de la arquitectura mediterránea, mezclando tradición y vanguardia en un simple solo golpe de vista.
5. Antigua Central Térmica, Sant Adrià de Besòs
Pasamos ahora a Sant Adrià de Besòs, donde la Antigua Central Térmica, también conocida como las icónicas Tres Chimeneas, acaba de abrir sus puertas al público por primera vez en 2024.
Este símbolo monumental de la industrialización catalana ha sido durante décadas una pieza clave del paisaje urbano de la zona. Ahora, como parte de la bienal europea Manifesta 15, que tiene lugar del 8 de septiembre al 24 de noviembre, los visitantes tendrán la oportunidad única de adentrarse en su interior y conocer de cerca el fascinante legado de este coloso de la arquitectura industrial.
Un plan perfecto para quienes disfrutan explorando espacios con historia y admirando la capacidad de la arquitectura para reconvertir lo que en su día fue una infraestructura clave en un punto de referencia cultural.
6. Torres Blancas, Madrid
Volviendo a Madrid, no podemos dejar de mencionar las icónicas Torres Blancas, obra de Francisco Javier Sáenz de Oiza. Este edificio es uno de los máximos exponentes del brutalismo en España, con su fachada de hormigón en crudo y esa forma cilíndrica que desafía cualquier idea prestablecida de la arquitectura residencial. Es, sin duda, una obra que genera opiniones polarizadas, pero no se puede negar su audacia.
7. Pabellón Alemán de Barcelona de Mies van der Rohe
Otro imprescindible es el Pabellón Alemán de Barcelona, obra maestra de Mies van der Rohe que simboliza la pureza y simplicidad del modernismo. Originalmente construido para la Exposición Universal de 1929, es una oda a las líneas limpias y los materiales de lujo, con el mármol, cristal y el acero como grandes protagonistas. Su reconstrucción ha permitido que esta obra icónica siga siendo un lugar de peregrinaje para los amantes del diseño minimalista.
8. Metropol Parasol (Las Setas), Sevilla
Sevilla no es solo la ciudad de la Giralda, también es la ciudad de las Setas de la Encarnación, oficialmente conocidas como el Metropol Parasol. Esta estructura de madera, la mayor de su tipo en el mundo, fusiona lo histórico con la innovación para revitalizar un espacio público. Diseñada por Jürgen Mayer, su forma orgánica y su inmensidad convierten este lugar en un destino obligatorio para quien quiera ver algo fuera de lo común en la capital andaluza.
9. Centro Niemeyer, Avilés
En el norte, en Avilés, el Centro Niemeyer se alza como una de las pocas obras del maestro brasileño Óscar Niemeyer fuera de su país. Su diseño futurista, con formas curvas y simples, crea un contraste único con el entorno industrial de la ciudad. La visión de un solo arquitecto puede transformar toda una zona por completo.
10. Musikene, San Sebastián
Por último, hacemos una parada en Musikene, el conservatorio superior de música de San Sebastián que se presenta como un volumen oscuro y rotundo que, al ser esculpido, revela un interior sorprendentemente luminoso que se proyecta hacia la ciudad.
Tres grandes incisiones dividen esta estructura monolítica mediante cortes precisos, que funcionan como pantallas acústicas y permiten que el resplandor interior del edificio se haga visible desde el exterior. El contraste entre las fachadas es un elemento clave del diseño: la piel exterior está revestida con chapa lisa lacada en un negro brillante, mientras que en los patios, el revestimiento se transforma en un dorado que envuelve los huecos de la fachada. Los materiales elegidos evocan los acabados de los instrumentos musicales.