Desterrado desde hace un tiempo al desván de nuestras abuelas o con algo de suerte a un rincón del baño, el tocador vuelve de la mano de diseñadores y firmas, dispuesto a recuperar su lugar en una estancia principal, como el dormitorio. Los tocadores actuales se despojan de su pasado del XVIII, su alma 'burguesa' y femenina, reinventándose en una pieza contemporánea, práctica y de gran impacto estético. Y nosotros lo recibimos con los brazos abiertos.
El porqué de su regreso
En cierto modo, su vuelta está motivada por un cambio en nuestro estilo de vida, donde las prisas han dado paso a cierta calma que nos permite dedicarnos más tiempo a nosotros mismos, cuidándonos en todos los aspectos. Por eso, es requisito (casi) imprescindible que cuente con un espejo. Cambios que han motivado también, por ejemplo, que el baño cumpla una nueva función como espacio de relax. Esta selección, capaz de encajar en las casas actuales, es una muestra de su encanto y de su funcionalidad.
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