Somos adictos a la acumulación y el estilo de vida minimalista se presenta como una forma consciente de acercarse al mundo ahora que nos hemos dado cuenta de que el materialismo está destruyendo el planeta. Las cifras corroboran que en el siglo XXI, la mayoría de nosotros no necesitamos tanto como tenemos. El hogar estadounidense posee, de promedio 300.000 artículos. Para algunos, el minimalismo es terapia. Los beneficios del menos es más han conquistado a hombres y mujeres que han descubierto que más no conlleva felicidad. De hecho, puede atrapar.
Ser minimalista no implica vivir en una casa sin muebles y con todas las paredes blancas, sino en centrarse en lo que es vital para cada uno desde su individualidad. Deshacerse de cosas puede verse como un exorcismo del pasado y despeja el camino para un nuevo futuro de simplicidad. Pero no todo son ventajas y los gurús del diseño de interiores nos han mostrado las dos caras de este estilo que huye de la acumulación.
Ventajas del minimalismo
Transmite sensación de orden
"Es más fácil que todo esté en su sitio y nos ayuda a encontrar limpieza visual y, por lo tanto, también mental", apunta Marta Labrador. Características con las que coincide Pia Capdevila, que dice: "los espacios dan libertad y se respira menos estrés". Y como añade Raquel González, de Raquel González Interiorismo, "al tener pocas cosas, es más fácil organizar la casa y facilita la limpieza del hogar".
Control con el consumismo
"Con el minimalismo solo se quedan los objetos útiles y funcionales, ya que es el reflejo de un estilo de vida en el que escoges conscientemente lo que te aporta verdadero valor a tu vida y en tu día a día", señala González sobre este movimiento que apuesta por pocas y escogidas piezas, así que, como corrobora Marta Labrador "nos obliga a acertar en la toma de decisiones".
Es atemporal
Una de las grandes ventajas del minimalismo es que no está sujeto a tendencias, "con lo que no caduca con el tiempo", dice Marta Labrador. Algo que Rober Quiñones-Her, de RQH Studio, corrobora: "Normalmente son espacios de los que nunca te vas a cansar o no van a pasar de moda, ya que no te estás dejando guiar por los colores de moda en ese momento".
Aporta luminosidad
"Se consigue la sensación de viviendas más espaciosas y luminosas, ya que se utiliza por encima de todos, el color blanco. Y algunos psicólogos afirman que las líneas rectas y los tonos neutros favorecen la relajación”, asegura González: “Normalmente son espacios de los que nunca te vas a cansar o no van a pasar de moda, ya que no te estás dejando guiar por los colores de moda en ese momento".
Es versátil
Así lo asegura Alberto Torres, al frente de su estudio homónimo en PortobelloStreet, que sentencia. "Un espacio minimalista es más fácil de adaptar a diferentes necesidades y estilos de vida, por lo que hay mayor flexibilidad en el diseño tanto de espacios como de mobiliario. Además, permite destacar con mayor facilidad elementos importantes en un espacio, como una obra de arte o un mueble especial". Una opinión con la que coincide Quiñones-Her: "Al haber menos cantidad de muebles y objetos decorativos, puedes utilizar el presupuesto en que sean únicos. Como dicen, en algunos casos: mejor calidad a cantidad".
Inconvenientes del minimalismo
Puede transmitir frialdad
"Un espacio minimalista puede sentirse frío y vacío si no se incluyen elementos cálidos y personales. Además, puede ser difícil lograr un espacio minimalista si se tienen muchas cosas y se tiene dificultad para deshacerse de ellas", apunta Alberto Torres.
Es fácil caer en lo aburrido
Cuando se quiere optar por este estilo decorativo Marta Labrador insiste en la importancia de poner especial cuidado en no caer en lo aburrido "y en no caer en una paleta de color sosa".
Es difícil personalizarlo
"Es más difícil poder crear ambientes dentro de un mismo espacio. A veces los cambios de color, el mobiliario, las celosías... nos ayudan a poder diferenciar ambientes dentro del mismo espacio y con un estilo minimalista es más complicado", dice Rober Quiñones-Her.
Delata los errores
Como adelanta Marta Labrador, "al haber pocos elementos en un espacio minimalista se aprecian más los aciertos y los desaciertos, por lo que debemos hacer un buen estudio de los espacios, de los elementos decorativos y del almacenaje, porque disponer de un mobiliario reducido, obliga a hacer una buena selección de lo necesario para almacenamiento teniendo en cuenta la estética".
Es monotemático
Un espacio minimalista corre el riesgo de transmitir vacío. "Además, se pierde el eclecticismo", apunta Raquel González. Y Pia Capdevilla añade que seguir este estilo decorativo "puede legar a ser un poco extremista".