Es fresco, aporta calidez y, es un material natural desenfadado, único para restar seriedad a la decoración. El yute es tanfácil de usar y combinar que su popularidad ha ido creciendo en los últimos años. Es uno de los favoritos para dar forma a piezas de gran tamaño como alfombras o cabeceros. ¿Sabes por qué sigue siendo tendencia? Te lo contamos.
¿Qué es el yute?
El brillo y color de este material hace que se le conozca como "la fibra dorada". Es una de las fibras naturales más largas y más usadas para textiles –la segunda después del algodón-; y sobre todo para la creación de alfombras. El yute es la fibra vegetal extraída del tallo y de la corteza de la planta denominada Corchorus capsularis, que florecen en zonas de tierras bajas tropicales con una humedad del 60% al 90%. Por eso, para su cultivo requieren un suelo aluvial, agua estancada, temperaturas de 20 ˚C a 40 ˚C y una humedad relativa de 70% -80%. Por eso la producción se concentra principalmente en India y Bangladesh, aunque también se cultiva en otros países como Bután, Brasil, Camboya, Camerún, China, Egipto, Irán, Birmania, Nepal, Pakistán, Perú, Tailandia, Uzbekistán y Vietnam.
Para su recolección hay que esperar a que la planta florezca y, al mes, antes de que maduren los frutos, se deben cortar los tallos a la altura del suelo. Una vez cortadas las plantas se atan en haces y se procede a su secado para después retirar las hojas y ramas. En la planta de yute, tan sólo el 6% del peso corresponde a la fibra de yute y el proceso de extracción se hace a mano y requiere de abundante mano de obra. Cuando se obtiene fibra de yute se consigue un material 100% biodegradable y reciclable y, por consiguiente, inocuo para el medio ambiente.
¿Para qué sirve el yute?
Las fibras de yute pueden ser de un color amarillo, marrón claro o blanco amarillento, aunque también se puede teñir de otros tonos con facilidad. Tienen gran resistencia a la tensión, bajo coeficiente de extensibilidad, y garantizan una mejor respirabilidad de los tejidos. Con las fibras se pueden hacer cortinas, cubiertas de sillas, alfombras y tapices, y muchas veces para su composición se mezclan con otras fibras, tanto sintéticas como naturales.
Cómo cuidar el yute para que dure más tiempo
A pesar de ser una fibra resistente, cálida y acogedora, el yute no soporta la humedad excesiva, por lo que si no se cuida correctamente, se terminará estropeando. La limpieza es muy importante para preservar su apariencia, ya que las fibras son muy absorbentes y las manchas tienden a hundirse profundamente. El yute es muy sensible a las soluciones de limpieza a base de agua, que se puede utilizar pero solo en pequeñas dosis. Para preservar su apariencia y alargar su vida útil, hacen falta cuidados especiales un poco diferentes a las de tela sintética o de lana, ya que sus fibras son muy absorbentes, que tampoco soportan los productos químicos agresivos para limpiarlas. Una de las reglas básicas para mantener el yute en perfectas condiciones consiste en aspirar dos veces por semana. Así se evita que el polvo se acumule en las fibras y terminen manchándose con el pasar de los días.
Si la mancha procede de sustancias líquidas como café, vino o Coca-Cola solo hay que frotar hacia adentro por ambos lados con ayuda de cepillo de cerdas suaves y una mezcla de agua con un toque de jabón neutro. Es importante limpiar en cuanto se perciba la mancha para prevenir que la suciedad se adhiera y sea más complicado retirarla.
Usos del yute en decoración
Una de las principales características de este material es el look fresco que aporta a cualquier ambiente. Y esto funciona incluso cuando no es el material más predominante en la decoración. Una alfombra, un cabecero o una lámpara de yute son piezas capaces de llevar un toque refrescante a cualquier estancia de manera discreta.
El yute también destaca por su versatilidad: encaja en cualquier tipo de decoración y, además, aporta calidez, una cualidad que le ayuda a hacer un espacio más amigable sin condicionar el estilo decorativo. Además, aporta un carácter relajado a la decoración de la casa, con un resultado refrescante y cálido. Ese aspecto desenfadado es perfecto para una casa de veraneo, en la que el tiempo discurre a otro ritmo, más sosegado.
Algunas alfombras de yute que nos encantan
Con diseños abstractos.Jute Edge, de Nordic Knots, tiene un estilo rústico al que se le ha añadido un guiño de modernidad. Se presenta con patrones gráficos y acentos de color estimulantes, que han sido hechos a mano utilizando fibras vegetales totalmente naturales tejidas tradicionalmente. Cada pieza es única. Precio: 295 euros.
Con juegos geométricos. Vincent, a la venta en la casa francesa Maisons du Monde, es una alfombra tejida a mano combinando yute y algodón en tonos beige Cada diseño es único y lleva el sello de calidad Goodweave®. Precio: 679 euros.
Boho. Trenzada a mano, Tosca mezcla yute y algodón y da forma a una pieza muy decorativa. Precio: 303,39 euros.
Cabeceros de yute, una tendencia imparable
Estilo romántico. El cabecero de yute sobre estructura de metal Adelaide se fija a la pared y sirve para crear una atmósfera delicada con un toque de estilo vintage. Precio: 219 euros.
Rústico. En la web de Sklum hemos encontrado el cabecero Yabba fabricado artesanalmente en fibras de yute natural con el que dar un estilo mediterráneo al dormitorio. Precio: 159,95 euros.
Redondo. En Leroy Merlin proponen utilizar una alfombra redonda de yute y usarla como cabecero para conseguir una atmósfera relajada y lograr un efecto suave y con textura. Precio: 59,99 euros.