Podríamos decir que según la 'teoría del pintalabios', en periodos malos o inciertos económicamente (aunque no siempre es así), la gente tiende a gastar en pequeños lujos. Cuando derrochar no es una opción, 'darse el gusto' en algo que no necesitas, pero que te hace sentir bien, sin culpa ni remordimientos es lo que se llamaría lujo asequible.
Todo empezó con el manifiesto 'Beauty is your duty' que lanzó la revista Vogue durante la Segunda Guerra Mundial, después de que Winston Churchill convirtiera el pintalabios en un artículo de necesidad. Este gesto a medio camino entre la excentricidad o la locura tenía una explicación (¿lógica?): se había detectado que las mujeres con los labios pintados contribuían a elevar el ánimo propio y el de los demás.
En 2001 sucedió algo inusual, en medio de una recesión, las ventas de labiales de Estée Lauder crecieron un 11% contra todo pronóstico. Un fenómeno similar que se produjo con el crack de 2008, en España, por ejemplo, el consumo de pintalabios subió un 6%. Durante la pandemia se elevaron la venta de colonias y perfumes y, al terminar, se produjo el efecto de 'compra revancha' con el deseo de salir y arreglarse, en el que grupos como Puig aumentaron sus beneficios en un 40%.
Por lo tanto, el 'efecto lipstick' alivia el estrés, contribuye al bienestar y la autoestima. Y, dado que belleza y decoración siempre han hecho un buen tándem, no nos queda más remedio que trasladarlo al hogar. En la vivienda lo traduciríamos por la adquisición de objetos y accesorios, nada de grandes piezas, que no solo aporten un plus a la decoración, sino que también te hagan sentir bien.
No se trata de tirar la casa por la ventana, sino de darte un capricho, uno de esos pequeños lujos que nunca están en tu lista de la compra ni supone un descalabro financiero, pero que sientes el resultado y eleva el look y las buenas vibraciones. Más que de piezas principales, estamos hablando de secundarios: ropa de cama, jarrones, velas, textiles, alfombras, adornos… Esta es nuestra pequeña selección para un capricho deco.
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