Si tuviésemos que relacionar el brutalismo con un estilo o movimiento musical, pensaríamos inmediatamente en la música punk de los años 70: cruda, directa y sin adornos. Es decir, no apto para todos los gustos (pero sí para oídos exigentes). Este estilo arquitectónico, que nació en la posguerra, está viviendo un renacimiento en el mundo del diseño. ¿Por qué? Por muchos motivos, siendo uno de los más importantes una cuestión generacional.

Ponte en situación, formas parte de una generación que creció rodeada de estímulos digitales y sobrecarga visual. La simplicidad de las líneas rectas y la honestidad del hormigón sin pulir es como un respiro fresco en medio de tanta saturación. Este movimiento, que durante su declive fue asociado con la frialdad y la rigidez, ahora está siendo reinterpretado por diseñadores y arquitectos que buscan una conexión más honesta con los espacios.

comedor hormigon casa brutalista

Un piso de soltero en Brasilia que nos muestra qué es el nuevo brutalismo. 

Julia Tótoli

El poder de la imperfección y la pureza de los materiales 

Pero, ¿cómo es que el brutalismo, ese estilo que alguna vez fue despreciado por su aspecto austero y monolítico, está ganando terreno en la decoración moderna? La respuesta no es sencilla, pero podemos empezar por reconocer que, en un mundo donde todo parece ser filtrado y perfeccionado, lo imperfecto y lo expuesto tienen un encanto peculiar. El brutalismo nos recuerda que lo esencial es más que suficiente, y que la belleza puede encontrarse en la pureza de los materiales y en la autenticidad de las formas.

 

Impacto visual sin necesidad de mucho presupuesto

La primera clave de este resurgir brutalista en el interiorismo moderno es su capacidad para crear un impacto visual poderoso con recursos mínimos. En un momento en que muchos buscan vivir espacios convertidos en santuarios personales, el brutalismo ofrece un tipo de refugio que no necesita del lujo ni de lo superfluo. Paredes de cemento, columnas imponentes y superficies ásperas cuentan historias sin necesidad de recargar. Por fin hemos comenzado a valorar la durabilidad y la funcionalidad por encima de la ornamentación efímera.

Además, el brutalismo se ha beneficiado de un cambio en la percepción estética general. Hace unas décadas, muchos consideraban que los edificios brutalistas eran poco más que monstruosidades de cemento, pero hoy en día, esa rudeza se ve con otros ojos. En lugar de parecer opresivo, el hormigón expuesto se percibe como una oda a la honestidad y a la resistencia. Los espacios brutalistas transmiten una sensación de solidez y permanencia, características que, en tiempos inciertos, pueden ser altamente reconfortantes.

 

Restaurante Jigi Poke en Berlín, de Vaust Studio, ejemplo de los nuevos enfoques de estilo, aquí refinado y maridado con un brutalismo escultórico

Restaurante Jigi Poke en Berlín, de Vaust Studio, ejemplo del nuevo brutalismo. 

Jigi Poke

Brutalismo sí, pero suavizado en decoración

En cuanto a la decoración de interiores, el brutalismo se ha suavizado ligeramente para adaptarse a los hogares modernos. No se trata de replicar un edificio gubernamental soviético en tu sala de estar, sino de integrar elementos que evocan esa fortaleza y simplicidad. Detalles como muebles de líneas rectas, lámparas de metal con formas geométricas y texturas rugosas en paredes o suelos, permiten crear un ambiente que respeta los principios brutalistas sin caer en lo severo. Este enfoque también se ha visto favorecido por la creciente popularidad de la estética industrial y la tendencia hacia el minimalismo, ambos estilos que comparten una afinidad por la sobriedad y la funcionalidad.

Otra razón por la cual el brutalismo está en auge es su capacidad para combinar lo antiguo con lo nuevo. Un apartamento con paredes y suelos de cemento puede parecer frío, pero cuando se complementa con textiles suaves, maderas cálidas y detalles en cobre, se crea un contraste muy acogedor. Esta mezcla de lo duro con lo suave, de lo inmutable con lo transitorio, es una de las características más atractivas del brutalismo moderno. Los diseñadores están aprovechando este contraste para crear espacios que son tanto funcionales como estéticamente estimulantes, desafiando las nociones tradicionales de esa palabra que tanto bien (y tanto daño) ha hecho al mundo decó: cozy.

 

'Un Mundo Brutal' (Phaidon)

'Un Mundo Brutal' (Phaidon), el libro perfecto para inspirarte. 

Phaidon

Para finalizar, el brutalismo nos recuerda que no todo lo que es brillante o pulido es necesariamente mejor, y que hay una cierta grandeza en lo crudo y lo expuesto. Este estilo, que en un principio parecía destinado a la frialdad institucional, ha encontrado una segunda vida en los espacios modernos precisamente porque ofrece algo diferente: un retorno a lo esencial, a lo duradero y a lo auténtico.

En un mundo que parece obsesionado con lo pasajero, esta puede ser una tendencia que merece la pena seguir.