Como todo en esta vida, la forma de trabajar y de diseñar nuestros espacios ha evolucionado en los últimos años. Sin mencionar que los tiempos pandémicos cambiaron muchos aspectos vitales desde la raíz. Uno de ellos fue el teletrabajo: una palabra que hasta hace poco sonaba desconocida. Esta modalidad nos enseñó que podemos tener nuestra propia oficina en casa y no morir en el intento. ¡El problema es que muchos de nosotros no lo sabíamos!

Los empleos en remoto o híbridos llegaron de sopetón para varias personas. Algunas no tenían el mobiliario adecuado para pasar largas horas frente al ordenador sin terminar la jornada con un lumbago en la espalda. Otras no contaban con espacio suficiente y se encontraron compartiendo la cocina con sus parejas para trabajar en paralelo. La verdad es que podríamos habernos ahorrado un par de disgustos si hubiésemos seguido algunos consejos. Por eso, hoy queremos compartir contigo las claves que debes conocer antes de instalar una oficina en casa. ¡Mejor prevenir, que curar!

 

 

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Salón luminoso con suelo de madera, alfombra redonda blanca, espacio de trabajo con silla giratoria y escritorio de mármol gris.

Este rincón de trabajo en el salón da la espalda a la zona de descanso. Es una buena manera de aislarlo del resto de la estancia.

Westwing

Encuentra TU lugar

Lo primero que debemos tener claro es dónde instalaremos la oficina en casa. Es fundamental que elijas un sector de la casa, ya sea pequeño o grande, pero que lo utilices 100% para trabajar o estudiar. Esto potenciará la concentración y disminuirá las posibles distracciones.

Lo ideal es que sea una habitación separada del resto de las áreas comunes. Si no cuentas con un espacio de trabajo independiente, un rincón en el salón o en el dormitorio puede funcionar. Una buena forma de separarlo visualmente es utilizar biombos, mamparas o un mueble divisor.

Por ejemplo, si tu salón comedor es amplio y diáfano, planifica tu espacio de trabajo cerca de una ventana y pon un sofá de espaldas que divida las zonas. Si vas a instalar tu despacho en el dormitorio, intenta situarlo lejos o en un rincón diferenciado de la cama. 

Despacho luminoso con ventanal a jardín, adentro hay alfombra gris texturizada, cómoda butaca beige, silla giratoria y escritorio con lámpara.

Elegante oficina con escritorio de Nurus y sillón de Dantone Home.

Sergey Krasyuk | Proyecto de Vladislav Eliseev, Anna ?ashentseva y Natalia Onufreychuk

Selecciona un buen escritorio para teletrabajar

En segundo lugar, tendrás que escoger un buen escritorio. Olvídate de la clásica mesa pequeña que usabas cuando tenías que trabajar o estudiar ocasionalmente en casa. Montar una oficina requiere organizar un lugar cómodo, donde podamos estar a gusto física y mentalmente.

Fíjate en la altura del escritorio. Si utilizas una pantalla externa, el escritorio debe permitir que el monitor quede a la altura de los ojos para evitar la tensión del cuello. Asimismo, el teclado debe estar a una altura que permita mantener los codos en un ángulo de 90 grados.

Igualmente, revisa si cuenta o no con cajones, en qué material está fabricado y qué dimensiones tiene. Este último punto es sumamente importante: la superficie debe ser lo suficientemente grande para acomodar todos tus dispositivos como el ordenador, la pantalla, el teclado y cualquier otro equipo que utilices regularmente. También sería ideal tener espacio adicional para bolígrafos, documentos o carpetas. 

Vigila cuántos metros tienes disponibles. Si la habitación es muy pequeña o colocaste el despacho en el salón, el escritorio no debe ser muy grande. Encuentra el equilibrio entre funcionalidad y coherencia estética. Procura mantenerlo despejado y ordenado para que tengas sesiones de trabajo realmente fructíferas y no te desconcentres. 

despacho con banco, silla ergonómica, salida al exterior y estantería con libros.

Despacho luminoso con vistas al exterior y silla Herman Miller Eames.

Pablo Enriquez (@pablo.enriquez) | Proyecto de Tancred Vilucchi

Una silla ergonómica y cómoda es fundamental

En tercer lugar, procura elegir una silla cómoda para tu fisonomía y tus necesidades corporales. Cada persona trabaja de forma distinta. Hay quienes pasan largas horas frente al ordenador y otros que se levantan con frecuencia. Lo importante es que sea un mueble ergonómico, ya que esto cuida tu salud postural.

Hoy en día, las sillas de trabajo tienen respaldo y altura regulables, lo que les da un plus de comodidad. Respecto al asiento, prioriza aquellas que tengan una superficie ancha, cómoda y sólida. Algunas personas prefieren una estructura rígida, pero los asientos más habituales son acolchados. 

La mayoría de sillas de oficina tienen ruedas en la parte inferior. Una característica que facilita el movimiento a lo largo del estudio y te permite alcanzar objetos con facilidad. Por último, intenta escoger un modelo con reposabrazos, pues quitarás tensión en hombros, cuellos y muñecas.

Despacho luminoso con alfombra blanca de diseño, aplique de pared y lámpara de mesa sobre el escritorio.

Combina distintas fuentes de luz para añadir profundidad al espacio.

Westwing

Cuida la iluminación de día y de noche

La iluminación de un despacho es mucho más que instalar un par de lámparas. Posiblemente, sea uno de los factores más importantes para construir un espacio cómodo y mentalmente agradable. Lo cierto es que sin una buena iluminación no podemos trabajar. El cuidado de la vista es fundamental para realizar tareas diarias en el ordenador, en papel o incluso si trabajamos con herramientas manuales y artísticas. 

Nuestro consejo es que ubiques el escritorio cerca de una ventana para aprovechar la luz natural. Si es necesario, utiliza cortinas ligeras o persianas finas para filtrar la luz directa y evitar reflejos en las pantallas. Para la iluminación nocturna, instala apliques de pared o lámparas de pie con bombillas cálidas. Esto permitirá una distribución uniforme de la luz y creará un ambiente envolvente y acogedor. Créeme que lo agradecerás en las tardes de invierno cuando oscurece temprano. 

Pero no todo se trata de luces artificiales. Elegir una paleta cromática suave ayudará a reflejar y potenciar la anhelada luz natural. Algo ideal si tu estudio no tiene demasiada iluminación solar. Prefiere colores claros para las paredes, los techos y las piezas del mobiliario. 

Estudio con gran estantería llena de libros, carrito negro con plana y escritorio blanco.

Escritorio Quaderna de Superstudio para Zanotta, con lámpara Tizio 35 de Richard Sapper para Artemide. Silla Carimate años cincuenta de Vico Magistretti.

Eugeni Pons | Proyecto de Avagon y Minim

Mantén el orden y la organización

Uno de los objetivos de tener una oficina en casa es promover la concentración y la productividad. Para ello, es imprescindible mantener el orden en tu habitación o rincón de trabajo. A nivel micro, conserva el material siempre organizado: nada de papeles, notas o bolígrafos esparcidos por cualquier lado. Para evitar esto puedes ayudarte de cajas organizadoras, cajoneras y estanterías. 

Un consejo: no menosprecies el valor de tus paredes. El espacio vertical es una buena manera de conseguir almacenamiento extra sin ocupar espacio en el suelo.

A nivel de oficina, distribuye los muebles considerando que tendrás que moverte cómodamente. Si no cuentas con demasiado espacio disponible, reduce la cantidad de piezas del mobiliario. En vez de una cajonera, elige un banco con almacenamiento o un escritorio con estanterías integradas. 

Como ves, con estas cinco claves ya tendrías tu propio estudio en casa. ¿Es difícil? No, pero puede que te tome tiempo planificar un espacio agradable y apto para tus jornadas laborales. Tómalo como una inversión a mediano plazo. Después de todo, trabajamos muchas horas a la semana y diseñar un espacio propio es vital para el bienestar físico e intelectual.