El dormitorio es nuestro rincón particular, donde nos entregamos a los brazos de Morfeo y dejamos que el sueño nos invada. El lugar del descanso del guerrero. Así que no puede ser un espacio cualquiera. Tiene que responder a altas expectativas, por lo que, además de un buen colchón, unos textiles adecuados y una ventilación perfecta, debe cumplir con un claro objetivo con la llegada del frío: que sea arropado.
Ya sabes, esa sensación de tranquilidad envolvente que se consigue con ciertos elementos muy cuidados y que, aunque personalísimos, suelen tener en común elementos que nos evocan relajación, calor y confortabilidad. Con esos criterios hemos seleccionado los que más nos han gustado, a ver si opinas lo mismo.