Es hora de asumirlo: las plantas en los dormitorios son el nuevo gato en Instagram. De repente, cualquiera que quiera presumir de dormitorio moderno parece obligado a llenar cada rincón de hojas verdes. Pero, cuidado: no queremos que la habitación parezca una sucursal clandestina de una floristería. Decorar con plantas el cabecero de la cama puede (y debe) hacerse de forma original, alejada del típico potus que cuelga triste por los lados.

Y es que colocar plantas en esta zona estratégica del dormitorio tiene un pequeño efecto colateral que no todo el mundo te cuenta: además de refrescar visualmente la habitación, te obliga a cuidar algo más que a ti mismo (o a tu móvil). Es una especie de compromiso emocional y, al mismo tiempo, estético. Pero, para evitar caer en lo predecible o en un festival bohemio exagerado, te proponemos varias alternativas creativas para vestir tu cabecero con vegetación real, ficticia, impresa o diseñada con ingenio. ¿Preparado para ponerle clorofila a tu cama?

dormitorio con mural casa de parís

Otro nivel de mural vegetal. 

Vicent Leroux

Un mural pintado a mano (porque la jungla también se pinta)

Cuando decimos “mural vegetal”, probablemente imaginas un jardín vertical repleto de plantas reales colgando sobre tu cabeza, pero esta vez vamos un paso más allá. Hablamos de un mural pintado directamente sobre la pared con motivos botánicos, biofílicos o naturales. Nada como despertar bajo una pared transformada en un lienzo gigante que evoca un bosque tropical, unas palmeras estilizadas o un exuberante jardín inglés pintado con acuarelas suaves.

Si eres minimalista, escoge ilustraciones abstractas en tonos neutros o líneas simples inspiradas en plantas; si prefieres algo más atrevido, apuesta por colores intensos y grandes hojas que den personalidad al espacio. Puedes contratar a un artista local para un resultado profesional, o si confías en tu pulso (y paciencia), atreverte tú mismo a pintarlo. Con pinturas ecológicas o de acabado mate conseguirás un efecto tan natural como elegante. Y recuerda, un mural bien hecho no solo decora, también amplía visualmente la habitación creando profundidad.

plantas dormitorio

Cuando tu planta es una escultura viva

Otra alternativa con mucha personalidad y que todavía no está masificada es apostar por una sola planta XXL colocada estratégicamente sobre una mesilla. Pero no hablamos de una planta cualquiera: lo suyo es elegir una especie grande y con personalidad, como una Ficus lyrata (sí, esa que tiene hojas enormes en forma de violín), o una Kentia generosa que, gracias a sus ramas curvas y flexibles, se proyecte por encima de la cama, convirtiéndose casi en un dosel vegetal natural.

Esta idea es especialmente efectiva porque rompe con la simetría típica del dormitorio, aportando movimiento visual y un punto artístico que pocos elementos decorativos pueden igualar. Eso sí, para que el efecto sea elegante, procura que la maceta sea grande, sólida, en materiales naturales como terracota o barro, y colócala siempre en una de las mesillas laterales para no saturar el espacio central.

Combínala con ropa de cama neutra y muebles sencillos en madera natural. 

plantas dormitorio

Mini-jardín en altura: verde en pequeñas dosis

Si lo del mural o la escultura vegetal sobre la cama te parece demasiado atrevido, aquí va una propuesta más sencilla, pero igualmente original: un cabecero diseñado con repisas minimalistas sobre las que disponer pequeñas plantas. Imagina una hilera sutil de Sansevierias mini, cactus decorativos o helechos compactos sobre la cama, creando un juego visual ordenado y delicado.

Eso sí, procura que todas las macetas sean iguales o al menos similares, preferiblemente en cerámica blanca o en tonos pastel, para dar coherencia visual al conjunto. Lo interesante de esta solución es que puedes reorganizar fácilmente tus plantas según vayan creciendo, cambiarlas de lugar o combinarlas con pequeñas piezas decorativas o velas aromáticas para añadir aún más encanto.

Crea una galería en tu pared combinando láminas de distintos tamaños y con un nexo en común.

El poder sutil del diseño biofílico

Si buscas algo menos literal, pero igual de efectivo, apuesta por una decoración biofílica más sutil a través del papel pintado o láminas decorativas inspiradas en formas orgánicas. Este estilo busca reconectar visualmente con la naturaleza a través de patrones abstractos, hojas estilizadas o incluso formas inspiradas en elementos naturales, sin necesidad de utilizar vegetación real.

Un papel pintado con motivos de palmeras tropicales de diseño geométrico, o un juego de láminas minimalistas con ilustraciones de hojas, aportará el toque justo de frescura natural sin complicarte la vida con el riego. Marcas como Caselio o Tres Tintas tienen opciones muy atractivas para crear una atmósfera relajada pero actual. Combina estas propuestas con muebles en madera clara, alfombras de fibras naturales y ropa de cama sencilla, y tendrás una habitación tan relajante como estilosa.