Antes de la reforma integral llevada a cabo por la arquitecta Blanca Rosa Gutiérrez, este enorme piso de 400 m2 en Madrid, lúgubre y muy compartimentado, estaba tapizado de terciopelos granates y azul marino y el estilo decorativo no tenía nada que ver con lo que los nuevos propietarios querían para su hogar.
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El brillo de Miami y la creatividad cubana se dan la mano en un interior elegante y colorista
El primer paso de la arquitecta consistió en “eliminar absolutamente todo y replanteamos las dimensiones de los espacios para que fueran acogedores”, dice la arquitecta, que cuenta con 20 años de experiencia en el sector. Los tres pilares con los que se ha reinventado el piso son “el brillo de Miami y los tonos tierra y la creatividad cubana”, continúa Gutiérrez, que resalta el espíritu multicultural de la decoración, así como los remates finos y el uso de materiales honestos.
Espacios repletos de materiales naturales que se usan de forma artística
Los materiales son los grandes protagonistas de este proyecto. El granito o el mármol usado en uno de los aseos de cortesía; el suelo de madera de roble americano y la madera de ébano utilizada en puertas y revestimientos se tratan “de manera artística, multiplicando su valor al crear con ellos piezas de arte funcional, como puertas o armarios tan sucintos y estéticos que recuerdan obras de Donald Judd”, comenta la arquitecta. Además, las molduras de las paredes y los techos (concretamente en el comedor o uno de los aseos) se suman a la decoración, aportando “un guiño castizo y señorial”.
Espacios exquisitos en los que destaca la cuidada elección del mobiliario
Una cuidadísima elección del mejor mobiliario de diseño contemporáneo convive con piezas de arte cubano. “Para el interiorismo buscamos muebles que fueran confortables y rotundos en tonos arena con pequeñas ráfagas de azul: una combinación que me fascina”, apunta la arquitecta.
Piezas de clásicos como Noguchi o Castiglioni conviven con otras de reconocidos diseñadores contemporáneos, como Patricia Urquiola, Neri&Hu, Antonio Citterio o Marcel Wanders. Como decimos, todas se han elegido la gama cromática del color tierra para que no compitan con las obras de algunos de los grandes artistas cubanos contemporáneos que se exponen en toda la casa, como Yoan Capote, José Bedia, Ariel Cabrera Montejo o Alejandro Campins. Los dueños son coleccionistas de arte cubano y la casa está llena de piezas excepcionales, desde pinturas hasta esculturas. Aunque no organizan fiestas con frecuencia, “sí abren su hogar en ocasiones especiales, como durante ARCO, para compartir su espacio con artistas y amigos”, comparte la arquitecta.
Una casa llena de vida, armonía y alegría
La arquitecta comenta que cuando la casa se llena de vida, se observa cómo se mueve la gente y cómo disfruta de todos los rincones. “Hay armonía y alegría en cada estancia y todo fluye. Destacaría el diálogo entre los materiales y el respeto mutuo que muestran, la iluminación sorprendente y delicada, la distribución y el fluir de un espacio a otro. Cada elemento ha sido cuidadosamente pensado para crear un ambiente armonioso y acogedor”.
Además, la casa está diseñada para aprovechar al máximo sus vistas al parque, “con una terraza que se disfruta tanto en la intimidad como en compañía, siendo ideal para eventos culturales y reuniones con amigos”. Sobre el precio aproximado de una reforma tan ambiciosa como esta, Gutiérrez comenta que “puede oscilar entre los 1.900 y los 2.400 euros por metro cuadrado, que incluye el diseño y la construcción con materiales nobles de primera calidad”.
Una de las piezas de las que la profesional se siente más orgullosa son las tres puertas pivotantes que permiten independizar la entrada de los diferentes usos de la amplia zona de día, dividida en tres zonas y que se vuelca completamente a las vistas del Parque del Oeste.
“Son tres puertas espectaculares de madera de roble. Son especiales debido a su forma romboidal y la disposición de las tablas y las vetas, que crean un juego visual interesante. Con estas puertas, logramos distintas configuraciones en el espacio: pueden cerrar visualmente el comedor del vestíbulo, pero también convertirse en un elemento que tamiza la vista. Además, colocadas perpendiculares a la puerta de entrada contribuyen a un flujo visual y físico continuo. Este diseño versátil no solo añade funcionalidad, sino que enriquece la estética del salón”, asegura la arquitecta.
Un elegantísimo dormitorio principal con destacadas piezas del diseño contemporáneo
A la zona privada se accede desde una puerta corredera que está semioculta en la biblioteca. El dormitorio principal (en la foto) es el espacio más destacado, con un gran cabecero de ébano que actúa como pieza separadora integrando y resguardando la zona de descanso como protagonista. “El cabecero es fundamental, ya que conecta el vestíbulo del dormitorio, el vestidor y el cuarto de baño, creando una transición armónica entre estos espacios”.
La cama es el modelo Tufty, de Patricia Urquiola para B&B Italia. La butaca Corallo, de los Hermanos Campana para Edra, pone una nota artística.
Sobre lo que más le gusta de este espacio, la arquitecta asegura que es “la forma en que el cuarto de baño se suma al área de la cama. La zona de los lavabos, adornada con dos lámparas y una delicada escayola en el techo, es realmente especial. Desde allí, la vista se extiende hasta el mármol verde indio que reviste la espectacular ducha transparente”.