Esta cuidada vivienda de la Ciudad Condal se ubica en el primer piso de un edificio icónico de Barcelona y ahora exhibe un lujo silencioso y sofisticado gracias a la reforma ejecutada por la interiorista Carolina Amoros, al frente del estudio Partchwork con el que busca "plasmar la esencia y singularidad de los clientes a través de espacios que no solo cumplen con sus necesidades, sino que también cuentan su historia personal", tal como describen en su página web.
La intervención de esta casa de Barcelona ha respetado cuidadosamente todos los elementos constructivos y decorativos originales que se han usado para realzar el valor histórico de la propiedad, habitada por una pareja joven extranjera que visita la ciudad en temporadas. Con una superficie de 180 metros cuadrados, la casa atesora techos abovedados que se han mantenido y capturan la atención, igual que las cornisas que adornan los techos y añaden un toque de distinción.
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