La arquitecta Nina Gómez-Millán, al frente del estudio Zinc Arquitectos, realizó el proyecto de reforma de este dúplex de200 metros cuadrados en el barrio madrileño de Chamartín proponiéndose tres retos: potenciar la luz natural, dar más orden a los espacios y a sus circulaciones, y atenuar todo lo posible la baja altura de los techos.
Lo primero y lo segundo lo consiguió abriendo las estancias y conectándolas entre sí, de manera que la claridad se cuela en todas las direcciones. Se ayudó, además, de luces indirectas integradas en la arquitectura y en el mobiliario para aportar calidez, una sensación omnipresente a pesar de la sobriedad que desprenden el blanco y la madera.