En una de las zonas más exclusivas de la capital española se ubica este piso señorial de 290 m2. Los propietarios son una joven pareja internacional con la ilusión de asentarse en España que se pusieron en manos de Zinc Arquitectos de principio a fin, desde la reforma integral de la vivienda hasta el amueblamiento y la decoración.
"El primer reto fue, sin duda, conseguir una distribución óptima, más acorde a las necesidades actuales", revela la sevillana afincada en Madrid Nina Gómez-Millán, al frente del estudio. "Logramos una sucesión de espacios muy interesante, concebidos para dialogar entre sí".
Mantener la esencia clásica del inmueble fue una prioridad, con acabados nobles como la piedra o la madera, respetando la altura máxima de los techos en la mayor parte de la vivienda y preservando también o replicando las molduras originales de escayola.
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Frente a los ecos del pasado, la nueva arquitectura se revela tímidamente con paredes y techos que se curvan –las primeras, buscando el movimiento, y los segundos, para suavizar los cambios de altura– y con grietas de luz indirecta que se expresan de manera muy especial.
La paleta de acabados escogida para este proyecto es elegante y neutra, y utiliza el blanco en todas sus texturas, "con materiales nobles que resaltan la naturalidad en sus tramas y que otorgan la calidez necesaria a un minimalismo lleno de emoción".
La carpintería a medida de puertas y armarios lleva un velo blanco que deja ver la textura de la madera, como sucede con el mármol travertino con el relleno de coqueras en blanco, que da como resultado un acabado diferente y actual. "El microcemento también se aplica estriado, buscando una textura artesanal más expresiva y heterogénea que muestra lo manual, lo imperfecto", concluye Gómez-Millán.
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