Si no tienes metros en casa, búscalos fuera. Eso es lo que hicieron Anna y Eugeni Bach en esta reforma. Como el espacio indoor era limitado, destinaron parte del outdoor a la cocina. Y este es el resultado.
"El reto principal era cómo dotar de un salón a la vivienda, de manera que tanto éste como el resto de las piezas de la planta baja pudieran disfrutar del espacio exterior (vistas e iluminación). En lugar de optar por la solución más habitual (poner el salón en contacto con el patio exterior y dejar el resto de piezas en el interior), decidimos mover la cocina al exterior, de manera que todas las piezas gozaran de un contacto directo con el patio", explican los arquitectos. Además, de esta forma consiguieron ganar un espacio también para un pequeño estudio, una solicitud del cliente.
Uno de los elementos más carismáticos es la estructura que conecta el interior con el exterior. ¿Cómo llegaron a esta solución? "Por la orientación de la casa, y por los edificios y vegetación colindante, la radiación solar es mínimo durante el año. Por eso pensamos en realizar una pieza totalmente transparente, tanto en fachada como en su cubierta. Como un invernadero", revelan. "En el clima mediterráneo, un espacio así sería impensable si el patio tuviera radiación, ya que sería demasiado caluroso en verano. Pero en este caso, era una solución ideal para tener toda la luz sin sobrecalentamiento".
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