Después de años viviendo en el corazón de la vibrante Tel Aviv y de un corto período de tiempo viviendo en el extranjero, los protagonistas de esta historia decidieron echar raíces en el tranquilo vecindario en el que creció él.
Después de visitar varios apartamentos, finalmente el escogido fue este. Se trataba de una casa adosada a la que se le habían añadido metros durante una reforma posterior, pero sin demasiado criterio... Todos esos metros agregados parecían una parte extraña de la vivienda y no parte de ella. Uno de los principales objetivos de la reorganización y el nuevo diseño de We architects fue crear un espacio más holístico y armonioso. El resultado es la casa RFD.