La arquitecta de interiores Andrea Arqués, al frente de A Studio, lo tiene claro: "uno de los errores más frecuentes es comenzar una reforma sin un presupuesto completamente cerrado", nos cuenta. La consecuencia de hacerlo así es tan obvia como terrible si nuestro presupuesto es ajustado. Lo más probable, es que si no cerramos hasta los pequeños detalles, "habrá una incorporación constante de nuevas partidas, lo que puede desbordar a un cliente", nos comenta. "Para evitarlo, es recomendable establecer un sistema de control mediante la aceptación previa de cualquier cambio en el presupuesto antes de ejecutarlo durante la obra". Dicho esto, y tomándolo como el consejo más importante, le hemos preguntado a Arqués de qué manera podríamos ahorrar en una reforma. Ella nos da muchos y buenos consejos para poder adecuar la renovación a nuestro presupuesto.
1. ¿Mantener o cambiar la distribución?
"Mantener la distribución original suele ser más económico, ya que evita costos asociados a demoliciones y nuevas instalaciones", nos comenta la arquitecta. "No obstante, si una modificación mejora significativamente la funcionalidad o el valor del espacio, puede ser una inversión inteligente que se amortice a largo plazo". Eso sí, tal y como señala Arqués, siempre hay que mirar con lupa las partidas de derribos y estructura en el presupuesto, ya que durante los derribos pueden surgir imprevistos que pueden tener sobrecostos inevitables (desde una bajante a una vigueta en mal estado). "Para mitigarlos, una estrategia podría ser realizar el derribo y, en función de los hallazgos, ajustar el presupuesto antes de continuar la reforma", nos comenta.
2. Apostar por líneas puras e invertir solo en elementos clave
Para la arquitecta, "es importante priorizar las líneas puras y apostar por una buena inversión en elementos clave como el pavimento". En líneas generales, nos propone buscar marcas de diseño funcional y atractivo, "por ejemplo en iluminación, siempre que ofrezcan calidad a menor costo". "Para los baños, optar por un diseño minimalista con acabados accesibles puede mantener la estética sin disparar los costos", comenta. Y, en líneas generales, para ayudar a equilibrar calidad y presupuesto, nos recomienda "evitar recargar los espacios con panelados y textiles, favoreciendo amplitud y simplicidad".
3. Madera, siempre
Eso sí, de todo lo que se puede ahorrar, Arqués considera que nunca escatimaría a la hora de invertir en un material: la madera, "especialmente para espacios nobles, ya que es un material de calidad que garantizar durabilidad y estética". Eso sí, podemos ahorrar en algunas luminarias o elementos decorativos para poder asumir este gasto, comenta.
4. Maximizar la luz natural con pocos cambios
"Maximizar la entrada de luz natural puede lograrse con grandes ventanales, cortinas translúcidas o espejos estratégicamente ubicados para reflejar la luz. Mantener colores claros en paredes y techos también ayuda a optimizar la iluminación natural", nos comenta Arqués. Con estos pequeños cambios podremos además ahorrar en luminarias y, a la larga, en la factura de la luz.
5. Lograr espacios amplios de forma barata
Para ampliar visualmente los espacios sin necesidad de lanzarse a una gran obra de reforma, Arqués nos da algunos trucos efectivos: "elegir muebles funcionales que no saturen el espacio, optar por cortinas ligeras o, incluso prescindir de ellas".
6. Personalizar el espacio con elementos sencillos
"Con cojines, alfombras, cuadros o láminas decorativas, y plantas podemos transformar un espacio con una inversión mínima. Jugar con texturas y colores en estos detalles permite personalizar el ambiente sin grandes costos", nos comenta Arqués.
7. Aprovechar lo que tenemos y restaurarlo
"Restaurar o pintar muebles antiguos puede darles una nueva vida y aportar un carácter único al espacio. Cambiar tiradores o tapizar piezas clásicas con telas modernas son otras maneras de renovarlos sin gastar demasiado", concluye la arquitecta.