A primera vista, puede parecer que cambiar la fachada de tu casa es solo un tema estético, pero la realidad es más compleja. Detrás hay un análisis técnico riguroso y muchas decisiones estratégicas. Como explica Bernat Riera, fundador de SIGLA Studio, “el primer paso es realizar una inspección técnica detallada para evaluar el estado de conservación de los materiales, posibles patologías estructurales, fisuras, humedad o deterioro por el paso del tiempo. Este análisis permite identificar si los problemas son superficiales o estructurales. También es clave revisar la normativa urbanística y las condiciones del entorno para determinar las posibilidades de intervención”.
En otras palabras, antes de imaginarte el resultado final, debes entender qué está pasando detrás de los muros. Una fachada puede ser la cara visible de tu casa, pero su función va mucho más allá de lo estético: es parte integral de la estructura y el rendimiento energético de tu vivienda.
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Consideraciones técnicas: estructura y materiales
Cualquier intervención debe comenzar con una mirada a los elementos fundamentales de la casa. Según Riera, “es imprescindible verificar el estado de los muros de carga, vigas y elementos estructurales principales, ya que la fachada actúa como un sistema integrado con la estructura del edificio. También se debe analizar la cimentación y posibles movimientos del terreno que hayan afectado la estabilidad de la fachada”.
La elección de los materiales también juega un papel fundamental en cualquier rehabilitación. "Desde el estudio, solemos recomendar materiales que soporten bien el paso del tiempo y con una baja huella de carbono o impacto ambiental, materiales naturales y sostenibles como piedra, madera tratada o cerámica, revocos continuos de cal y soluciones innovadoras como paneles de corcho o bloques de tierra compactada. La elección depende del estilo del proyecto, la ubicación y las condiciones climáticas, pero siempre buscamos equilibrar estética, funcionalidad y bajo mantenimiento", explica Riera.
Funcionalidad y sostenibilidad: lo que no se ve también cuenta
Además de transformar la apariencia de una vivienda, rehabilitar una fachada puede mejorar significativamente su rendimiento energético y funcional. “La instalación de aislamiento térmico en el exterior (SATE) es una de las mejoras más efectivas”, apunta Riera. “Otros elementos incluyen ventanas de alta eficiencia con rotura de puente térmico, sistemas de sombreado, fachadas ventiladas y acabados reflectantes que reducen el impacto de la radiación solar. En SIGLA Studio también estudiamos cómo aprovechar al máximo la orientación del edificio”.
Pero los beneficios no terminan ahí. Riera añade: “Una fachada bien diseñada puede mejorar significativamente el confort térmico y acústico del interior, reducir los costos de energía y aumentar el valor de la propiedad. Además, puede ofrecer soluciones prácticas como incorporar sistemas de recogida de agua de lluvia, elementos integrados de almacenamiento y nuevos balcones o terrazas con los que poder disfrutar del contacto con el exterior y el clima que nos rodea”.
Con estos elementos, una fachada puede pasar de ser simplemente una “cara bonita” a convertirse en una aliada estratégica para la funcionalidad y sostenibilidad de tu hogar.
Tendencias y errores a evitar
Si estás pensando en darle un giro contemporáneo a tu fachada, las tendencias actuales ofrecen muchas opciones interesantes. Según Riera, “las fachadas ventiladas y el uso de materiales naturales en combinación con acabados minimalistas son muy populares. La personalización de materiales y texturas para dar identidad al proyecto es otro aspecto en auge”.
Sin embargo, no todo vale. Rehabilitar o cambiar la fachada de una casa sin una planificación adecuada puede traer más problemas que soluciones. “El error más común es centrarse únicamente en la estética sin evaluar el impacto estructural o energético de los cambios”, alerta Riera. “Otro fallo es no consultar a profesionales desde el inicio, lo que puede derivar en soluciones mal ejecutadas o que incumplen normativas. Finalmente, subestimar los costos asociados y los plazos del proyecto suele ser una fuente de problemas”.
Por eso, si estás considerando dar este paso, es crucial abordar el proyecto con un enfoque integral. Como recomienda Riera, “trabaja con un equipo especializado desde el principio, que pueda ofrecerte un enfoque integral. Una rehabilitación es una oportunidad no solo para embellecer tu casa, sino también para mejorar su eficiencia, funcionalidad y valor a largo plazo. Planifica con detalle y no escatimes en estudios preliminares; esto evitará sorpresas durante la ejecución”.
Hay que pensar en el futuro
Rehabilitar una fachada no es un proyecto que deba tomarse a la ligera. Implica decisiones técnicas, estéticas y funcionales que pueden transformar tanto el aspecto como el rendimiento de tu hogar. Gracias a los avances en materiales sostenibles, las soluciones de eficiencia energética y las tendencias de diseño, hoy en día tienes la oportunidad de crear una fachada que no solo sea bonita, sino que también aporte valor duradero.
Siguiendo los pasos adecuados y contando con el asesoramiento de profesionales como SIGLA Studio, puedes asegurarte de que tu inversión sea un éxito y no una fuente de problemas. Tu casa, y su fachada, te lo agradecerán.