Los edificios de la arquitectura clásica en ciudades como Barcelona o Madrid se caracterizan por ser espaciosos. Los arquitectos daban un gran valor a elementos como la amplitud de los espacios o a tener extensas entradas de luz. Los hogares, en especial el salón de estos, solía ser un punto clave para sus habitantes. Se trataba (y se sigue tratando) de la zona de reunión y conciliación familiar en la cual tenían lugar muchos actos de la vida cotidiana. Este es uno de los motivos principales que dieron paso a los clásicos techos altos en la mayoría de viviendas de las grandes ciudades.

Según Inu Lee, arquitecto coreano, “el espacio es la única barrera de la creatividad de los niños (y no tan niños)”. Hay estudios que sugieren que la altura del techo puede influir en la forma en la que las personas piensan y actúan. El edificio 20 del MIT es un claro ejemplo. Esta construcción, pensada originalmente como una solución temporal, albergaba a estudiantes y profesores de distintas facultades. Debido a su carácter provisional, el diseño interior no fue planificado, lo que desencadenó en espacios abiertos y poco definidos. Esta falta de divisiones físicas facilitó el encuentro y la interacción entre personas de diferentes disciplinas, dando lugar a grandes relaciones y colaboraciones inter-departamentales que favorecieron los flujos de conocimiento.

LA ALTURA DEL TECHO INFLUYE EN NOSOTROS MÁS DE LO QUE PENSAMOS

“La altura del techo nos modela la capacidad creativa”, asegura el arquitecto coreano. A la hora de imaginar y hacer ejercicios de pensamiento en una habitación, las paredes y el techo actúan como barreras visuales. Un lugar espacioso con el techo a gran altura es percibido como más libre y permite al cerebro compartir un abanico mayor de posibilidades en él. Además, las zonas abiertas tienen más capacidad para entradas de luznatural, como se puede apreciar en los altos balcones de ciudades como Barcelona o Madrid.

No solamente la altura del techo influye en nuestra forma de actuar y pensar. El arquitecto Inu Lee habla también de la importancia del mobiliario, en especial del mobiliario flexible y modular. Independientemente de la zona en la que se trabaje, un mobiliario con capacidad de movimiento puede ayudarnos a ganar amplitud y a obtener áreas ideales para crear. Esto aporta versatilidad y multiplica las posibilidades de uso en un mismo lugar. Por ejemplo, un comedor puede convertirse fácilmente en una biblioteca, una sala de fiestas, o incluso un pequeño cine en casa. Es un mismo espacio con distintas funciones, como le ocurría a Peter Parker y Spider-Man en sus películas: mismo lugar, distinto vestido.

 

Los pisos construidos a finales del siglo pasado y en la actualidad han perdido la altura clásica que permitía la entrada de una gran luminosidad. La optimización del espacio para acoger más viviendas ha causado una disminución de la altura de los techos en la mayoría de edificaciones. Pese a ello, hay muchas maneras de adaptar el espacio para moldear nuestra creatividad, independientemente de la altura de la habitación.

salon

Con la evolución de las corrientes de construcción hacia la optimización de recursos, no siempre tenemos la potestad de escoger la amplitud del salón o la cantidad de luz natural que recibimos, pero en nuestra mano está cuidar el diseño y guardar la calidad del interior de nuestra casa. Mantener los espacios cuidados y con un diseño adecuado es fundamental para establecer una buena relación con el entorno y moldear adecuadamente nuestra forma de actuar y pensar.