El color en la arquitectura no es solo una herramienta más, sino una de las más poderosas. Además de servir para delimitar y diferenciar espacios, se utiliza como  declaración de intenciones, como lenguaje que comunica y evoca emociones. Maestros como Luis Barragán y Alvar Aalto entendieron profundamente este concepto y hoy son muchos los que siguen su legado.

Barragán, conocido por su uso del color para crear espacios que son verdaderas obras de arte, creía en la arquitectura como una experiencia emocional, reflejada en su famosa cita: "Mi casa es mi refugio, una pieza emocional de arquitectura, no una pieza fría de conveniencia". Por otro lado, Aalto, aunque más sutil en su paleta, utilizó el color para realzar la funcionalidad y la estética, demostrando que el color puede ser tanto un protagonista como un complemento sutil en el diseño arquitectónico.

La selección del color en un edificio no es una decisión trivial; es un reflejo de la cultura, la geografía, la historia y la visión del arquitecto. Estos maestros de la arquitectura utilizaban el color para añadir belleza visual, pero también para crear una atmósfera, una sensación, transformando los espacios en experiencias vivas y respirables. A continuación, exploraremos diez edificios que son ejemplos vibrantes de cómo el color puede dar vida a la arquitectura.

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Patio con fachada en color rosa del arquitecto mexicano Luis Barragan
Lorenzo Zandri © 2020-1

Casa Luis Barragán (Ciudad de México)

Este hogar y estudio del renombrado arquitecto mexicano es un ejemplo brillante de su uso de color. Los tonos vivos en sus muros reflejan la herencia cultural de México. Visitarla es visitar un santuario de colores vibrantes.

Aleks Gallardo

Sanatorio antituberculoso Paimio, Finlandia (Alvar Aalto)

El Sanatorio antituberculoso Paimio en Finlandia, diseñado por Alvar Aalto, es un ejemplo clarísimo del uso del color en arquitectura con un propósito terapéutico. Aalto, conocido por su enfoque humanístico en diseño, seleccionó cuidadosamente los colores para este sanatorio, buscando crear un entorno que fomentara la curación y el bienestar de los pacientes. El uso de tonos suaves y naturales no solo buscaba armonizar con el entorno boscoso de Finlandia, sino también proporcionar un ambiente calmante y reconfortante, crucial para pacientes en recuperación de tuberculosis.

Las Kubuswoning o Casas Cubo, Rotterdam
Pixabay

Las Kubuswoning o Casas Cubo, Rotterdam

Diseñadas por Piet Blom, son un fascinante ejemplo de arquitectura moderna y del uso innovador (y muy atrevido) del color. Las casas, con su forma cúbica inclinada, presentan una paleta de colores vivos en un amarillo vibrante que destacan en el paisaje urbano. Los tonos brillantes aportan un toque de alegría y creatividad, reflejando la visión única del arquitecto de integrar el juego y la funcionalidad en el diseño de viviendas urbanas.

El Capricho de Gaudí
iStock

El Capricho de Gaudí (Cantabria)

No podía faltar Gaudí en este listado, claro que no. El Capricho de Gaudí, situado en Comillas, Cantabria, es un ejemplo perfecto del uso maestro del color en la obra del arquitecto. Combinando elementos modernistas con influencias orientales, destaca por sus vibrantes azulejos cerámicos y su fachada decorada con motivos florales y animales. Los colores vivos y las formas orgánicas de los azulejos crean un juego visual fascinante

The Colorium, Düsseldorf
Wikimedia Commons

The Colorium, Düsseldorf

Diseñado por el arquitecto británico William Alsop, este edificio de oficinas se caracteriza por su fachada de vidrio multicolor. Los paneles de vidrio, en una gama variada de colores, crean un efecto caleidoscópico que capta y refleja la luz de formas cambiantes, brindando una apariencia siempre nueva.

Julia Solonina (Unsplash)

Palacio da Pena (Sintra, Portugal)

Portugal siempre es un buen plan. Y más para los que conocen todos sus tesoros como el llamativo Palacio da Pena en Sintra. Esta joya arquitectónica destaca por su historia, pero también por su vibrante uso del color. Construido en el siglo XIX, supone una de las principales expresiones del Romanticismo arquitectónico del país y es conocido por sus tonos amarillos, rojos y morados que adornan sus muros y torres. Estos colores vivos y la variedad de estilos arquitectónicos que incluyen gótico, renacentista, manuelino y morisco, hacen que el Palacio da Pena sea  una maravilla visual.

 

Museo de Arte Contemporáneo de Niterói de  Oscar Niemeyer
Museo de Arte Contemporáneo de Niterói

Museo de Arte Contemporáneo de Niterói (Brasil), Oscar Niemeyer

El Niterói Contemporary Art Museum en Brasil, diseñado por el arquitecto Oscar Niemeyer, es una obra maestra que utiliza el color de una manera muy particular. En lugar de aplicar una paleta de colores vibrantes, Niemeyer optó por el blanco puro, que hace resaltar la forma futurista y fluida del edificio. Este uso del blanco no solo contrasta dramáticamente con el cielo azul y las aguas circundantes, sino que también refleja el rojo intenso de su pasarela de acceso y la luz, de manera que el edificio parece estar en constante cambio, dependiendo de la hora del día.

La Muralla Roja (Calpe), Ricardo Bofill
Gregori Civera / ricardobofill.com

La Muralla Roja (Calpe), Ricardo Bofill

Esta estructura laberíntica diseñada por Ricardo Bofill es conocida por sus tonos rojos y azules, que contrastan con el paisaje mediterráneo. Hoy en día es uno de los lugares más fotografiados de la costa levantina.

Hundertwasserhaus (Viena)
Steffen Wienberg

Hundertwasserhaus (Viena)

El Hundertwasserhaus en Viena, una creación del artista Friedensreich Hundertwasser, es un edificio que celebra el color con audacia y originalidad. Este complejo residencial destaca por su fachada vibrante y colorida que rompe con la monotonía de la arquitectura urbana tradicional.

Hundertwasser utilizó una amplia gama de colores brillantes y contrastados, integrando tonos verdes, azules, rojos y amarillos que se complementan con la vegetación.

Las casas de Guatapé (Colombia)
Unsplash

Las casas de Guatapé (Colombia)

Aunque no se trate de un edificio como tal, no podemos dejar de mencionar uno de esos lugares que demuestran el poder del color en arquitectura incluso cuando los medios no son suficientes. Las casas de Guatapé en Colombia son famosas por sus fachadas coloridas y detallados zócalos, los paneles decorativos tradicionales en la base de las casas. Estos zócalos están pintados con colores vivos y a menudo representan escenas de la vida cotidiana, animales, paisajes o patrones geométricos. Esta tradición, que data de los años 1919-1920, tiene sus raíces en una competición amistosa entre vecinos para embellecer el pueblo.

 

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