10 coles para volver a clase con muchas ganas
Los espacios de aprendizaje infantil también son un reto creativo para los arquitectos
Cómo está el patio
Debido a la situación geográfica y meteorológica de Los Alcázares, población situada en el borde del Mar Menor (Murcia), Cor Asociados planteó para la nueva escuela infantil y guardería un diseño en el que las aulas se vuelcan al patio, filtrando así la contaminación acústica y, sobre todo, esponjando el espacio hacia el exterior. De esta forma pueden desarrollar actividades diarias al aire libre.
Un pueblo en miniatura
El interior de la sala de juegos Mama Smile, ubicada dentro de un centro comercial en la prefectura de Ibaraki (Japón), es perfectamente reconocible para los niños. El diseño de Emmanuelle Moureaux Architecture + Design crea un pueblo en miniatura, con formas de casas prototípicas y rincones decorados con madera clara y siete tonos pasteles que despiertan la curiosidad de los más pequeños.
De todos los colores
El color como elemento lúdico y funcional –por ejemplo, para distinguir las diferentes áreas destinadas a cada grupo de edad– forma parte importante del proyecto de renovación y ampliación de la escuela primaria de Bønsmoen (Noruega), obra del estudio Fortunen. En el interior se han creado pequeños cubículos que actúan como pequeñas zonas de descanso y también para representaciones.
La gran plaza
Larraz Arquitectos plantea en la escuela infantil municipal de Berriozar (Navarra) un proyecto en el que las estancias infantiles se articulan alrededor de una plaza central que sirve como lugar de encuentro e interacción. Una celosía de color envuelve exteriormente el edificio y los patios de juego, matizando y enriqueciendo la relación entre la calle y los espacios interiores.
Arcilla para que construyan niños y adultos
Con el fin de maximizar los resultados con los mínimos recursos disponibles, el arquitecto burkinés Diébédo Francis Keré utilizó arcilla, un material abundante en la zona, para construir la escuela primaria de su pueblo natal, Gando. Un techo en voladizo, separado del cuerpo por una estructura metálica, protege de la lluvia y facilita la ventilación natural.
Iluminados desde las alturas
La guardería de Forfatterhuset, en Copenhague (Dinamarca), de COBE Architects, se organiza internamente alrededor de un gran espacio central que recibe la luz natural desde un gran lucernario. La malla metálica reproduce la estructura de listones verticales de ladrillo que reviste las fachadas.
El anillo protector
Magén Arquitectos rodea el recinto del patio de juegos de la escuela infantil de Valdespartera (Zaragoza) con un perímetro ovalado de marcada horizontalidad, el cual genera un amplio porche continuo hacia el espacio central. En los perfiles ondulados y las formas curvas de la cubierta, los niños pueden encontrar referencias a las formas deslizantes lúdicas de los parques infantiles.
A salvo de tifones
La guardería de Hanazono, en la isla japonesa de Hyakojima, de Hibinosekkei + Youji No Shiro, presenta fachadas revestidas por una celosía de hormigón, patios y terrazas que facilitan el contacto de los niños con el exterior y, a la vez, permiten afrontar el clima subtropical de la zona, y especialmente los tifones que suelen azotarla.
Jugar con la arquitectura
El estudio Arhitektura Jure Kotnik recurrió a elementos prefabricados de madera en la ampliación de la guardería Kekec, en Ljubljana (Eslovenia). La fachada está cubierta por lamas giratorias con acabado de madera natural por un lado y nueve colores por otro; una solución a la vez arquitectónica y educativa, ya que además de controlar la luz solar permite a los niños jugar con el aspecto del edificio y aprender de paso los colores.
Un clase de geometría
Con uno de sus habituales planteamientos geométricos, el español Alberto Campo Baeza plantea, para la guardería en la sede de Benetton en Treviso (Italia), una caja cuadrada formada por nueve cuadrados. El central emerge para tomar la luz de lo alto del vestíbulo y en los circundantes se organizan las aulas. Se inscribe en una caja circular, donde el espacio entre los muros perimetrales sirve de lugar “secreto” para los niños.