En la arquitectura tradicional los arcos son una manera natural de abrir una pared de carga para comunicar dos espacios. Al tratarse de un elemento estructural, si se quiere alterar se debe tener en cuenta que se estará actuando sobre la estructura de la vivienda.
Los arcos de medio punto suelen ser los habituales en las casas de campo tradicionales. Que presenten una forma más aplanada, como los rebajados o de carpanel, será una cuestión estética y de proporción: un arco de medio punto necesitará más altura de techo para formarse que uno de carpanel.
¿Qué es el intradós en un arco?
Es la superficie interior de un arco. Tradicionalmente se recubría de mortero de cal, pero si quieres destacarlo puedes enmarcarlo, lo que le da un look más actual.
Cómo rehabilitar un arco
Estos consejos de experto te darán claridad a la hora de tomar la decisión de rehabilitar un arco y qué puedes esperar.
Comprobar el estado
"Con un primer estudio visual puedes apreciar humedades, grietas, etc. Pero siempre es recomendable hacer un plan de catas para detectar posibles problemas. Y en caso de presentar fisuras no basta con coserlas: se debe buscar el origen del problema. Solo así evitarás que estas vuelvan a aparecer", recomienda David Lladó, arquitecto experto en rehabilitación de edificios antiguos.
Destacar las dovelas
Las dovelas son las piezas que conforman el arco. "Tradicionalmente se hacían de materiales diferentes a los del muro, siendo el ladrillo o la piedra lo más comunes, según lo que abundara en la zona. Y se recubrían con una mano de mortero de cal. En una rehabilitación puede ser interesante eliminar este revestimiento y dejar el material a la vista, sobre todo si es de piedra (protégela con una veladura que deje ver su textura). En el caso de ser de ladrillo merece la pena destacarlo cuando su colocación es a sardinel, es decir, los ladrillos se disponían en vertical y se unían por sus caras".
Sustituir con respeto
Es habitual al eliminar el revestimiento de cal de un arco encontrarse con huecos o materiales en mal estado. En este caso es recomendable buscar materiales recuperados de la misma zona para que la pieza que sustituyas no desentone con el resto.
Las bóvedas, tradición y carácter
En bruto
Una opción si quieres dar nueva vida a una bóveda es eliminar su revestimiento y dejar el material en bruto. "Se puede hacer de manera tradicional, repicando manualmente, o bien con arena a presión, un proceso más rápido, pero que elimina 1-2 mm del material dejando la piedra o el ladrillo muy 'vivos', lo que da un aspecto un poco falso. Según la presión, se puede llevar también el mortero de las juntas o deteriorar molduras. Por lo que conviene valorar qué método es mejor, según cada caso", explica el arquitecto David Lladó.
Las juntas
Si se han deteriorado será necesario reponerlas, de lo que contrario se puede poner en peligro la estabilidad de la casa. "Deberá emplearse el mismo mortero, que solía ser de cal", comenta David Lladó.
"A nivel estético hay que valorar el color del mortero (se emplean colorantes para que la junta se mimetice con el material) y el efecto que se desea lograr. Si quieres resaltar la piedra, sus aristas y morfología apuesta por una junta abierta. Con una junta enrasada logras un aspecto más uniforme".
Destacarlas
"Las bóvedas son elementos formalmente muy expresivos, por lo que merece la pena iluminarlos para destacarlos. Pero conviene hacerlo con mimo, para no sobreiluminarlos ni generar sombras. Para evitarlo, lo más recomendable es hacerlo desde abajo, nunca desde el mismo elemento. Una buena opción es mediante apliques de pared orientables. Se generará un retorno de la iluminación sobre el pavimento que puede crear efectos lumínicos muy atractivos", aconseja el arquitecto.
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