Lujo discreto y un estilo mediterráneo tan acogedor como limpio dan vida a esta vivienda en Sotogrande reformada por la arquitecta Andrea Arqués, al frente del despacho A-Studio. Un ejemplo magistral de cómo, a través de los acabados y un nuevo enfoque de diseño en el que se da importancia a la iluminación, al color y a la fluidez de los espacios se puede transformar por completo un espacio. "La vivienda era obra nueva, de hacía unos 4 años", nos cuenta Arqués. "Tenía una caja arquitectónica de espacios amplios y techos altos, nos quedamos prendados con la abertura de sus pórticos, era la combinación perfecta entre arquitectura islámica y el purismo contemporáneo. Pero las calidades invertidas en los acabados interiores eran muy bajas y, en poco tiempo, se había deteriorado".
En conjunto, el concepto de diseño que implementó la arquitecta gira en torno a la integración de la naturaleza con el entorno construido. "Esto se logra a través del uso de materiales naturales como la madera y la piedra, que conectan el interior de la vivienda con el exterior, creando una sensación de armonía y continuidad. Los tonos neutros y cálidos predominan, generando un ambiente sereno que invita al descanso y al bienestar", detalla.
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