Empecemos por donde hay que empezar cuando hablamos de un término anglosajón que que queremos introducir en nuestro vocabulario habitual, definirlo. Una cabaña off-grid es una vivienda autosuficiente ubicada en áreas rurales o naturales, desconectada de los servicios públicos como la red eléctrica, el agua corriente y el sistema de alcantarillado. El concepto "off-grid" (fuera de la red) hace referencia a la independencia de los sistemas convencionales de suministro, lo que permite que estas cabañas funcionen de manera autónoma mediante recursos naturales (y sostenibles).
Estas cabañas suelen estar equipadas con tecnologías y soluciones que les permiten ser autosuficientes, como paneles solares para generar electricidad, sistemas de recolección y filtración de agua de lluvia, baños secos o compostables, y sistemas de calefacción alternativos, como estufas de leña o energía geotérmica.
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Pero olvídate de lo que tienes en mente. Lejos de las viejas imágenes de refugios rudimentarios, hoy en día el diseño off-grid es toda una declaración de diseño. ¿Por qué conformarse con cargar con las consecuencias de la vida moderna cuando puedes crear un hogar en plena naturaleza que además de autónomo, tiene un diseño impecable?
Materiales que respetan el entorno
La primera regla del diseño off-grid es que tu cabaña debe ser una extensión del paisaje que la rodea, no una interrupción. Los materiales locales son siempre la mejor opción, no solo por reducir el impacto ambiental, sino porque aseguran que tu cabaña esté en armonía con el clima y el terreno. Madera reciclada, piedra local, bambú o incluso tierra apisonada son algunas de las alternativas más interesantes que, además de estéticas, ayudan a mantener temperaturas interiores más estables.
Por supuesto, no todo se trata de lo que puedes encontrar a mano. Tecnologías como los paneles solares y los sistemas de captación de agua de lluvia son esenciales para garantizar la autosuficiencia. Eso sí, deben integrarse en el diseño de forma orgánica, sin resultar invasivos visualmente. ¿El truco? Mantener la línea de lo minimalista y funcional. Siempre funciona.
Energía renovable y eficiencia
La energía es uno de los mayores retos cuando se trata de un refugio autosuficiente. Afortunadamente, hoy en día las soluciones son muchas. Paneles solares, aerogeneradores e incluso sistemas de biomasa son opciones viables para garantizar el suministro energético de tu cabaña. Sin embargo, el verdadero reto no es producir energía, sino optimizar su consumo.
Aquí entra en juego el diseño inteligente. Desde electrodomésticos de bajo consumo hasta la iluminación LED, todo debe estar pensado para aprovechar al máximo cada vatio de energía. Las ventanas estratégicamente ubicadas te ayudarán a maximizar la luz natural y la ventilación cruzada reducirá también la necesidad de calefacción o aire acondicionado. A esto se le llama pasivo, y es tan clave en una cabaña off-grid como lo es en cualquier casa moderna.
Agua, reciclaje y gestión de residuos
Otra cuestión clave en un refugio autosuficiente es la gestión del agua. La captación de lluvia es una de las soluciones más comunes, pero también se pueden instalar sistemas de filtración para aprovechar agua de ríos o lagos cercanos. La clave está en tener un plan que cubra tanto el suministro como el reciclaje del agua, por ejemplo, con sistemas de aguas grises para el riego de plantas.
En cuanto a los residuos, la compostera es tu mejor aliada. Las instalaciones de saneamiento seco permiten reducir el consumo de agua y aprovechar los residuos orgánicos como compost para el jardín. Porque sí, un refugio autosuficiente puede tener un pequeño huerto en sus alrededores.
Eso sí, la autosuficiencia no significa aislamiento. La tecnología permite estar conectados sin depender de las infraestructuras urbanas.