En la playa, la montaña o en cualquier parque urbano que nos permita alejarnos un poco del bullicio de la ciudad. Un picnic es uno de los mejores planes al aire libre para desconectar en la naturaleza al mismo tiempo que se come sano y a la sombra junto a amigos o familia.

En esta divertida opción existen ciertos imprescindibles si queremos que todo salga perfecto. Para triunfar, no debe faltar algo tan básico como el agua, ni frutas de temporada, sándwiches fríos, canapés saldos y platos ligeros y fáciles de preparar que sean sanos y muy frescos.

Y tan importante como el menú es la presentación del mismo: que si una nevera portátil para transportar los alimentos, que si un mantel de cuadros, que si una tabla de madera en la que colocar el queso, que si unos bonitos platos… Elegir bien cada elemento contribuye a que este plan estival sea todo un éxito.