En los alrededores de plaza Catalunya del centro de Barcelona, entre restaurantes de franquicias y de comida rápida, acaba de abrir sus puertas Bar La Esquina , un establecimiento con vocación de ser centro de peregrinaje al haber sido concebido como espacio gastronómico que fusiona la cocina de la burguesía catalana con la cultura de bar cañí . Del diseño se ha encargado Bárbara Aurell , del estudio de interiorismo Espacio en Blanco, que ha hecho que el elemento insignia del nuevo Bar La Esquina sea su barra infinita . Un bar como los de siempre Con un formato de bar bistró característico de la Ciudad Condal, el local que se ubica en el número 2 de la calle Bergara, funciona bajo la batuta del chef Alexis Peñalver, que ha ideado un tributo a la cocina catalana con influencia italiana y francesa con el producto local como protagonista. Así, la carta incluye platos de toda la vida , como bocadillo de fuet, calamares rellenos de butifarra, croquetón de pollo asado o los clásicos huevos fritos con jamón. La barra, protagonista La barra que bordea todo el local funciona como elemento unificador. "Es todo un tributo a esa tradición tan nuestra de sentarnos en la barra del bar", cuenta la interiorista que para inspirarse rebuscó en los clásicos patrios. "En mi moodboard había imágenes del típico bar de la esquina de casa , con escudos y el suelo lleno de servilletas de papel y palillos y donde el servicio conoce tu nombre", tal como desvela. Azulejos para reflejar la luz Toda la barra del local está acompañada de azulejos blancos, un recurso que ha usado el estudio de interiorismo para dar una iluminación especial al espacio . Estilo informal En el renovado establecimiento prima la espontaneidad . Según Bárbara, el proceso de la reforma fue muy divertido y priorizó que fuera un bar de los de toda la vida, "donde se puede acudir a cualquier hora si lo que se quiere es comer bien. Un bar-bar, con mucha barra, bastante caña y poco mantel", tal como aseguran desde el estudio. Una gran mesa comunal En el nuevo establecimiento se han utilizado pocos elementos de su anterior etapa, "como su terraza exterior, algunas sillas y la gran mesa comunal que tan buenos momentos ha regalado, así como la estación de madera -ahora restaurada- que da la bienvenida al comensal junto a la puerta". Son dos de los rasgos distintivos del bar que hacen un guiño a una vida pasada. Lugar de encuentro Tal como explica la interiorista, "el propósito decorativo ha sido, sobre todo, dotar de luz dentro de un ambiente sencillo pero pensado, sin pretensiones , dejando que evolucione con el tiempo para dotarlo de esa sensación de lugar de encuentro. Eso sí, añadiendo un toque de color relacionado con el vino", explica. De ahí los detalles cromáticos que salpican el establecimiento con sutileza. Detalles 'vintage' En el nuevo bar, lo antiguo y lo nuevo conviven para que el comensal se sienta muy a gusto, "sea cual sea el asiento elegido, barra, mesa tradicional o mesa compartida, donde suceden las mejores conversaciones", adelanta la artífice del establecimiento. Sencillez como premisa El lujo de lo cotidiano y la apuesta por lo simple respiran el estilo Aurell, ya conocida por " saber escuchar al cliente y hacer que obtenga el espacio donde vivir la vida que quiere vivir". Si quieres estar al día de todo lo que publicamos en www.arquitecturaydiseno.es, suscríbete a nuestra newsletter .