Cuando en 1984 una jovencísima Sandra Tarruella aceptara el reto de encargarse del interiorismo del primer restaurante que su madre y su hermano iban a abrir en Barcelona, el emblemático El Mordisco, Sandra Tarruella arrancó una fulgurante carrera hacia el éxito. Hoy, casi cuatro décadas después de aquel comienzo, lleva entregados más de 300 proyectos y ha logrado ser referente y sello de calidad en el interiorismo, tanto dentro como fuera de nuestras fronteras. Desde que fundó su estudio en Barcelona hace dos décadas, Tarruella ha dejado su impronta en un conjunto de locales de restauración y hoteleros de nuestro país. Para los hermanos Roca ha ideado el Celler, el hotel Casa Cacao, las heladerías y confitería de Rocambolesc. También es artífice del café del Centro Botín de Santander, del elegante y sereno hotel Sabàtic Sitges y del restaurante Brutus de Mallorca, por citar a vuelapluma algunos de sus otros trabajo. Uno de sus últimos proyectos es el recién inaugurado restaurante Alrevés, un establecimiento de cocina mediterránea y urbana en Barcelona que tiene al chef Xavi Rue a los fogones y está asesorado por Josep Maria Masó.
Para ejecutar el proyecto, la interiorista catalana apostó por convertir el comedor en una gran caja blanca que contrasta con el suelo en madera oscura. La calidez y la elegancia las ha aportado usando materiales naturales y de calidad. Para el techo, con una retícula realizada con listones absorbentes ha conseguido dar valor estético al comedor al mismo tiempo que cumple una funcionalidad y contribuye al confort acústico de la sala. Para el mobiliario Tarruella se ha decantado por la madera de roble e iroko. La interiorista ha diseñado también mesas para grupos y mobiliario a medida que funcionan como piezas escultóricas.
Al aire libre
La terraza, con capacidad para 96 personas, se ha concebido como una extensión del interior, que fluye hacia fuera usando elementos de continuidad como el techo blanco. Una serie de macetas de diferentes alturas y tamaños crean la sensación de tener un jardín en plena ciudad. El espacio exterior está dividido en una zona cubierta y tra descubierta, ajardinada por el estudio de paisajismo Asilvestrada.
Además, el establecimiento ofrece un espacio privado, que se ubica en el semisótano, y está ideado para albergar todo tipo de eventos, celebraciones y presentaciones, con capacidad para 60 personas sentadas.
El resultado del proyecto es un local cálido en el que disfrutar de platos que incluye la carta, como el planchadito de carrillera, los cogollos a la plancha con pesto de piparras, las vieiras con setas de temporada y papada o el rabo de buey al vino tinto.
Y como la filosofía del nuevo restaurante del grupo Trapío es combinar la cocina mediterránea y urbana con un ambiente canalla durante la noche, las noches de los viernes y sábados están amenizadas con música en directo y con DJ. Además, ofrece una cuidada oferta de coctelería, para que el cliente no solo pueda disfrutar de la cena, sino también alargar la velada con unos buenos cócteles y copas.