Rescatar del olvido Antes de plantearse la instalación de un nuevo pavimento, cabe preguntarse si no es más rentable y eficaz aprovechar el existente, integrándolo en el nuevo proyecto. En el apartamento de Helsinki de la imagen superior se optó por recuperar un antiguo suelo de madera y asimilarlo a la imagen moderna del espacio utilizando el blanco como elemento unificador. Una mano de pintura Si está en buenas condiciones, pintar el suelo es una forma muy económica de lavarle la cara y permitir que aguante unos cuantos años más. Para hacerlo sobre cemento u hormigón hay que dejar juntas de dilatación para que no se levante la pintura. Trabajo previo Cuando el soporte de base es un suelo de madera, la preparación de la superficie es fundamental para garantizar la adherencia de la pintura. Una vez limpio y seco, hay que aplicar una imprimación previa a la capa de pintura. Mejor si esta es de tipo epoxi al agua. A cuchilladas Una de las ventajas de los suelos de madera frente a los laminados es que se pueden renovar cuando presentan desgaste. Para ello hay que “acuchillarlos, esto es, lijar la capa superficial para retirar el barniz antiguo y las suciedades antes de aplicar el nuevo acabado. Pisadas etéreas La tarima flotante se apoya sobre una lámina de polietileno que la aísla acústica y térmicamente, sin necesidad de cola o clavos. Antes hay que asegurarse de que la superficie está totalmente lisa. Las lamas se colocan en sentido perpendicular a la capa. En la dirección correcta Es aconsejable poner la tarima haciendo que la tabla mire hacia la fuente de luz –la ventana–. Si la colocáramos en paralelo a esta, la luz podría revelar cualquier fallo que pueda tener la tarima. Obviamente, esto determinará la orientación de la base aislante. El toque final Al instalar un suelo sobre otro, la altura va a subir y eso hará que muy posiblemente haya que rebajar puertas y marcos. En ambos casos se hace fácilmente con una cepilladora. Probablemente habrá que sustituir también el viejo rodapié por otro nuevo. Piel mineral Gracias a sus propiedades de mínimo espesor y máxima adherencia y resistencia, los suelos de micromortero o microcemento, como Beal, de Mortex (imagen superior), o Baxab, de Topcret, son otra solución para cubrir azulejos existentes con una fina capa uniforme. Con mil caras El acabado final del microcemento puede ser rústico o moderno, liso o con textura, satinado, brillo o mate; por eso encaja en cualquier ambiente. Su único pero es que no puede aplicarse sobre suelos de madera ya que estos no presentan una superficie estable. El planeta lo agradecerá Los suelos de plástico no están reñidos con el medio ambiente. La firma Incati, distribuida por Alfombras BSB, produce sus moquetas de losetas con Econyl®, un sistema de regeneración industrial con el que se fabrica nailon 100% procedente de residuos. Pasando de juntas Los suelos de resina se emplean en aquellas ocasiones en las que se quiere prescindir de juntas y crear una superficie continua. Se consiguen mediante una mezcla de resina epoxi con mármol triturado, cristales de colores o áridos de sílice coloreado. Espacios integrados Con su mayor formato (300 x 100 cm), mínimo espesor (3,5 mm) y gran ligereza (8 kg/m2), el gres porcelánico XLight, de Urbatek (Grupo Porcelanosa), permite proyectar estancias integradas, en los que suelos, puertas, armarios y otros elementos guarden coherencia estética. Cerámica de quita y pon Algunos fabricantes de cerámica han desarrollado productos que se pueden colocar en seco. Las baldosas descansan sobre una base de material plástico y se acoplan entre sí mediante juntas. Un ejemplo es Cli-ker, de Butech, también de Grupo Porcelanosa. ¡Cómo cunde! El formato cada vez más grande de los suelos porcelánicos, combinado con su ligereza –un ejemplo es Techlam, de Levantina–, permite cubrir los suelos en menor tiempo con un número más reducido de piezas y menos juntas, creando así elegantes superficies continuas. Rápida recuperación Otra ventaja de la cerámica en seco es que puede retirarse permitiendo el acceso bajo el suelo o para la sustitución de piezas en caso necesario. Asimismo, se trata de un sistema que permanece inalterable, pudiendo utilizarse sin problemas en otro proyecto. De aspecto natural Los suelos de linóleo son un producto compuesto de materia prima natural y renovable. Se pueden colocar sobre cualquier superficie lisa y regular, normalmente con adhesivo. La serie Naturecore, de DLW Flooring, se presenta en formatos de lamas con diseños de madera natural, y están libres de plastificantes y PVC. En un clic Los sistemas de lamas machihembradas que encajan entre sí han revolucionado la instalación de suelos de madera, sean de parquet, laminados o vinílicos. Es un método de colocación que incluso permite cambiar el suelo posteriormente sin dañar los formatos ni producir residuos. Fino y versátil El vinilo es la opción más delgada y versátil dentro de los pavimentos en formatos. Se instala en lama, en loseta, en rollo o al corte, mediante adhesivo –los hay incluso autoadhesivos– o sistema tipo clic. Su espesor varía entre 1 y 5 mm según el tipo y calidad del producto. En varias capas Los suelos de vinilo homogéneos son de peor calidad ya que el PVC va mezclado con minerales y se presenta en una sola capa. Los modelos heterogéneos tienen tres capas: la base, una lámina con el diseño impreso y otra de PVC puro que le proporciona una gran resistencia. El espesor importa El espesor del suelo de vinilo debe variar según la frecuencia de uso de la estancia: 1,8 mm y capa de uso de 0,08 mm para recibidores, despachos y dormitorios; 2 mm y capa de uso de 0,20 mm para baños y cocinas, y 2 mm y capa de uso de 0,30 mm para comedores y pasillos. Suelos a la carta Propuestas como Keplan Zeta-Zeta, de Alfombras KP, ilustran las posibilidades de personalización de un suelo vinílico. El cliente solo tiene que enviar una idea o imagen, y la marca se encarga de hacerla realidad, sin importar la forma o el color de la baldosa. Estrenar terraza Las tarimas tipo deck –es decir, con junta abierta– son una solución ideal para renovar el pavimento de la terraza, permitiendo la escorrentía del agua cuando llueve. Las hay en formato de baldosas de maderas resistentes –ipé, teka, jatoba– o composite de fácil colocación. Firme apoyo La instalación de la tarima de exterior depende de la superficie. Si esta es de hierba o tierra, primero habrá que nivelarla con arena y colocar una malla antihierbas. Si es de hormigón, es necesario que tenga pendiente para asegurar el correcto desagüe del agua de lluvia. Buena impresión El hormigón impreso para exterior es un material que aguanta bien la intemperie y presenta una gran resistencia mecánica. Se puede colocar sobre cualquier superficie –con ayuda de un mallazo– donde se quiera imitar la piedra natural o la cerámica. Práctico artificio Si quieres dar un toque de verdor a tu exterior, pero sin preocuparte por el mantenimiento, siempre puedes recurrir al césped artificial: no hay que regarlo, no necesita tratamiento alguno, no da alergia y resiste perfectamente a la intemperie. Si quieres estar al día de todo lo que publicamos en www.arquitecturaydiseno.es, suscríbete a nuestra newsletter .