Pocos materiales dan tanta calidez en el hogar como la madera natural. Cuenta, además, con la ventaja de que encaja con todos los estilos decorativos, nunca pasa de moda, que es duradera y que es fácil de combinar con otros materiales, como metales, piedras e incluso plástico.
Hay tantos tipos de madera como tipos de árboles y por el momento se cuentan, al menos, 70.000 especies. Todos tienen su particular belleza y en los últimos meses la madera de nogal está colándose con fuerza en el interiorismo por su color intenso, su calidez y la elegancia que desprende.
Usar la madera de nogal para el mobiliario da piezas eternas y resistentes a golpes y arañazos que tienen la particularidad de que no suelen romperse. Además, es un material fácil de trabajar, lo que la convierte en uno de los favoritos de carpinteros y ebanistas.
Según el origen del árbol y las condiciones de su crecimiento, la madera de nogal adquiere una gama cromática que vira del grisáceo al ocre hasta el marrón chocolate o café. Es más oscura que la de la madera de roble o de pino, pero sin llegar al tono casi negro del vengué, y ese tono le aporta distinción.
Aunque antiguamente se solía asociar a decoraciones clásicas, hoy es compatible con todos los estilos decorativos. Eso sí, para resaltar los muebles de nogal, conviene combinarlos con muebles o suelos en tonos claros –madera natural, beige, pasteles. No hay que olvidar que es un material muy valorado y las piezas robustas tienen un precio elevado; por eso, para que sea más accesible, un consejo de experto es escoger muebles fabricados en una madera más económica pero con un acabado de chapa de nogal.
Te damos todas las pistas para integrar con éxito la madera de nogal en casa.