El papel pintado ha pasado de ser una solución minoritaria a una apuesta decorativa con legiones de fans por la facilidad que ofrece para renovar el interiorismo de las casas de forma sencilla. A veces se utiliza para diferenciar zonas de la vivienda o para remarcar espacios, como el cabecero en los dormitorios, pero también se usa como elemento decorativo en sí mismo. Es fácil rendirse a las virtudes de esta tendencia y para muestra, nueve casos muy inspiradores:

 

 

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