¿Por qué integrar el baño en el dormitorio es tendencia? En primer lugar, porque el 'open concept' es una realidad con la apertura de la cocina al salón y al comedor. Y en segundo lugar, porque el baño ha adquirido otro papel en la vivienda actual:el de spa. Un espacio privado donde desconectar y relajarse solo o en compañía.
Sin olvidar la inspiración y el deseo que despiertan esas suites de hotel donde la bañera exenta o la gran ducha a ras de suelo son el centro y el corazón de la habitación. De esta manera, al ser un único lugar se muestran como una burbuja de bienestar, ajena al ruido y la rutina del resto de espacios públicos de la casa.
Al borrar el límite entre las dos habitaciones, la distribución también simplifica la vida cotidiana. Aunque no podemos decir que todo son ventajas, ya que, especialmente en baños compartidos, es preciso que la pareja posea un ritmo de vida similar. Además, aunque ahorra espacio y da sensación de volumen, no cuenta, precisamente con mucha privacidad. ¡Tenlo en cuenta a la hora de planificar!
Para todos los gustos
Entre tirar todos los tabiques y poner puertas (y cerrojos) en cada zona, desde la ducha, hasta los sanitarios, hay un mundo de posibilidades intermedias, que mantienen cierta intimidad. Desde un tabique a media altura o una mampara de cristal hasta una distribución escondida detrás del cabecero o el vestidor.
De la misma manera, la decoración también se pone al servicio de la integración total o la independencia parcial. Así, si comparten suelo y gama cromática se creará un vínculo entre ellos, mientras que si se apuesta por el contraste, se establecerán claramente límites visuales.
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