Llega el buen tiempo y se multiplican las ganas de salir de la ciudad y disfrutar de la naturaleza en una casa de campo. Es inevitable que la imaginación nos traslade a un merecido descanso en alguna casa rural idílica, rodeados de naturaleza y aire libre, ya sea en el mar o en la montaña. Lástima que aún haya que esperar a las vacaciones. Pero, como soñar no cuesta nada, aquí dejo una selección de casas de campo que me han robado el corazón, no solo por su ubicación sino, especialmente, por su diseño, su acogedora selección de materiales y su equilibrada relación con el entorno.
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