La búsqueda de sensaciones a través del tacto y la necesidad de notar el contacto con las superficies sobre las que cocinamos y preparamos los alimentos está detrás del auge del aluminio, el acero inoxidable y el mármol en el diseño de cocinas en 2024 y 2025. Además, los acabados texturizados o los armarios de estética acanalada, que ya dominan el baño, también crecen en popularidad. Finalmente, las cocinas negras vuelven con fuerza y veremos cada vez más colores cálidos hacerse con un hueco en la decoración de la cocina; entre ellos el burdeos, el chocolate y tonos de la gama tierra.
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