El baño de casa, que definitivamente se abre al dormitorio, busca cómo encajar sin robar protagonismo. En primer lugar, el baño tiene que ser un lugar funcional, que responda a necesidades concretas e invite a la relajación y el recogimiento. Por lo tanto, el lujo maximalista que sí vemos que se impone en el resto del hogar, no domina la decoración del baño. Así, se va imponiendo un lujo minimalista en el que la tecnología cuenta con un espacio importante. De hecho, el quiet luxury del que ya hemos hablado en alguna ocasión podría ser uno de los estilos que vaya abandonando el dormitorio y otros ambientes de la casa para incorporarse al baño.
Esto no significa que se renuncie al color ni, desde luego, a las superficies con textura que incitan a disfrutar a través de tacto y que, definitivamente, estarán de moda en 2025. Por último, la bañera se hace con un importante hueco; también los lavabos más esculturales, de pie y de una sola pieza. Belleza simple, calidad y texturas, por lo tanto, pueden resumir a grandes rasgos cómo serán los baños en 2025.
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