En el centro de Madrid, muy cerca del parque del Retiro, el estudio Sierra+De La Higuera ha convertido un piso de 200 metros cuadrados en un trampantojo visual en el que todo se puede esconder o mostrar. Las celosías, los biombos y una distribución enteramente diseñada de cero son los "culpables".

"Tiramos todos los tabiques de la vivienda original y decidimos crear un cubo interior central desde el que parten el resto de habitaciones", nos cuenta Mercedes Sierra, una de los tres socios fundadores, junto a su prima Inés y Javier de la Higuera, de este estudio madrileño nacido en 2017 tras conocerse estudiando Diseño de Interiores en la Politécnica.