Situada a pocos metros de las playas de Venice, en Los Ángeles, este adosado se ha renovado para dar respuesta a las necesidades de un joven empresario. El diseñador de interiores Jamie Bush ha sido el responsable de darle un aire vanguardista y rompedor a este proyecto en el que, a través de las diferentes estancias, se ha querido rendir homenaje al Pacífico y a las playas californianas del entorno. Como reconoce el propio Bush el océano se convierte en “un factor unificador en el diseño”. A través de un amplio mural, obra de Black Crow Studios, una gran ola se extiende por tres pisos y se acompaña de una nueva y moderna escalera de acero negro. Un espejo redondo de cuero colgado frente a la escalera enmarca esta yuxtaposición de elementos de playa y vanguardia, capturando la interacción que se da cabida en todo el diseño.
Junto a la entrada, el espacio se abre a la sala de estar con una gran mesa personalizada cuya superficie recuerda a la arena arrastrada por el viento. Bush compara las exageradas tallas de la mesa con los anillos de la sección transversal del tronco de un árbol, colocados sobre patas esculpidas y lacadas en blanco. Junto al salón se encuentra la cocina con una zona de comedor de ambiente sereno y muy luminoso. Una sensación distinta a la percibida en el nivel inferior, donde la casa queda parcialmente enterrada y se da cabida a las salas de cine y la de música, que también sirve como oficina y espacio para invitados. Ambas presentan un armazón de hormigón y techos bajos lo que otorga al conjunto un aspecto oscuro, acogedor y juguetón. En el nivel más alto de la vivienda se encuentra la zona de noche, con el dormitorio principal en suite, donde la combinación de texturas viene dada por la acertada mezcla de piezas de diseño contemporáneo y obras de arte abstracto.