En la comarca del Alt Urgell (Lleida), donde la naturaleza pirenaica abraza los diferentes municipios y pueblos rurales de la zona, es donde el estudio Acabadomate, con sede en Barcelona, ha proyectado uno de sus últimos proyectos. Concretamente, la localidad de Vilamitjana del Cantó es donde se emplaza esta masía, originaria de 1894, que sus autoras, Alessandra Faraone y Valeria Merola, han reacondicionado para darle una nueva vida como residencia familiar de fines de semana y vacaciones. Si bien el exterior se mantiene fiel a la fachada original, sin alterar la naturaleza rural de la casa, el interior sí que ha sufrido una mayor alteración con una nueva distribución de plantas que favorece la amplitud de ambientes y un mayor número de aperturas que favorecen la entrada de luz natural.
Los 200 m2 de superficie de los que consta, se organizan en tres plantas. Originariamente, la planta baja era el núcleo principal de la vivienda y se dividía en comedor, cocina y tres dormitorios; el bajo cubierta, comunicado con una pequeña trampilla en el forjado, se utilizaba para almacenar comida y el semisótano como bodega. Con la rehabilitación, la planta principal se convierte en un espacio diáfano donde se dan cabida, en un mismo ambiente, cocina, comedor y salón, acompañados de un baño y un dormitorio. La planta superior se destina a zona de noche, y está equipada por tres dormitorios y un cuarto de baño. Y, para la conexión con el semisótano se aprovecha el hueco existente, pero se redibuja la escalera con peldaños de madera y barandilla de barrotes de hierro. Además, si bien antiguamente, junto a la construcción principal, se levantaba una serie de anexos que se usaban como pajar y corrales para los animales, con la reforma se derriban los cobertizos y se aprovechan sus piedras para construir muretes perimetrales.