"Esta casa se diseñó para vivirla lentamente", nos cuenta la interiorista Miriam Barrio sobre su intervención en una vivienda familiar en Matadepera, un pequeño pueblo de la comarca del Vallés Occidental (en Barcelona) situado a los pies de la montaña de Sant Llorenç del Munt. Como cualquier agente inmobiliario sabrá, la ubicación lo es todo. Y el entorno que rodea a esta pequeña gran joya del minimalismo e alguna manera dictaba las líneas sencillas y apacibles que el equipo de la interiorista ha seguido en la planificación de sus diáfanos espacios.
Aprovechada al máximo con esta intervención basada en diferentes tipos de madera, en esta casa vive una familia con dos niños cuyos padres trabajan bastante desde casa. "El contacto con lo real y lo natural es el motor de todo lo que ocurre dentro y fuera. La madera es la protagonista total del proyecto, y el hilo conductor que da forma a los espacios y a los recorridos. El resto de elementos de la casa conviven discretamente aportando el equilibrio necesario. Nada falta y nada sobra", concluye la interiorista.