Restaurar una casa cargada de historia no tiene por qué ser necesariamente un acto de nostalgia; es una reinterpretación que invita a explorar el pasado desde el presente. SIGLA Studio ha afrontado el reto de renovar un piso modernista en el Eixample de Barcelona con un compromiso absoluto hacia la esencia original del edificio, un emblemático diseño de Lluís de Miquel i Roca de 1904. ¿El objetivo? Crear un espacio donde "lo nuevo y lo antiguo coexistan y se potencien mutuamente", explican los arquitectos. Lejos de simplemente restaurar, el equipo ha capturado la atmósfera del modernismo catalán, adaptándola al estilo de vida actual de Alberto, Goretti y sus tres hijos, que, como muchas familias hoy en día, desean una casa que respire historia y, a la vez, funcione para su día a día.
En este piso de 150 metros cuadrados, el Eixample no es solo el entorno; es un recurso de inspiración que permea cada decisión arquitectónica. El equipo de SIGLA Studio observó que otras viviendas del edificio ya habían sido renovadas anteriormente, pero de una manera que sacrificó los detalles originales: suelos hidráulicos cubiertos, molduras ocultas tras falsos techos, y luces empotradas reemplazando las lámparas tradicionales. Así, la propuesta partió de la preservación: rescatar lo auténtico, pero sin renunciar a la funcionalidad y la estética contemporánea que los propietarios buscaban.
Espacios que se abren y dialogan
Uno de los gestos más destacados de la reforma ha sido la apertura de la cocina, conectándola visualmente con el resto de la casa. SIGLA Studio no solo abrió la cocina al pasillo, sino que añadió una ventana hacia el salón, logrando una simetría. Esta disposición permite, como explican desde el estudio, "vistas cruzadas entre el centro de la vivienda (y parte más oscura) hacia el exterior y el resto de la casa (la parte con más luz natural), aumentando la sensación de espacio, luminosidad y amplitud visual". El techo de la cocina, con su diseño abovedado, retoma el espíritu de la casa.
Materiales nobles como el mármol rojo Alicante y la madera de cerezo le otorgan a la cocina un carácter único. El acero, utilizado en los frontales, añade un contraste moderno y funcional, pero, como recalca el equipo, "nuestra intención fue que los nuevos elementos convivan con los originales, logrando una convivencia armónica". Esta apertura no solo mejora la funcionalidad del espacio, sino que convierte la cocina en el corazón de la vida diaria de la familia, un lugar que se transforma en luminoso y acogedor, sin abandonar la sofisticación de su diseño.
Artesanía que cuenta una historia
Los suelos hidráulicos originales, una verdadera obra de arte modernista atribuida a Teotim Fortuny, fueron restaurados con dedicación. Estas baldosas, de una intrincada geometría y colorido, son el alma de la casa y uno de los emblemas del diseño catalán de la época. La búsqueda de baldosas adicionales, guiada por @rajolesdebarcelona, fue casi una arqueología arquitectónica, uniendo pasado y presente para completar un suelo que merece ser admirado.
El uso del mármol en los baños refuerza el vínculo entre tradición y modernidad. Los lavabos hechos a medida, tallados en mármol y creados para enaltecer el ritual del baño, convierten este espacio en un lugar especial, casi ceremonial. Tal como explican desde SIGLA Studio, estas picas "permiten que la tradición siga viva en cada detalle del diseño".
Conectividad y amplitud visual
Siguiendo una filosofía de integración espacial, SIGLA Studio ha logrado que todas las áreas de la vivienda se sientan conectadas visualmente. Los baños, por ejemplo, han dejado atrás el concepto de estancias cerradas y aisladas: "Las puertas permanecen abiertas cuando no se usan, permitiendo una conexión visual que genera continuidad y refuerza la armonía", comentan los arquitectos. Así, estos espacios, habitualmente concebidos como privados, se enmarcan dentro del contexto global de la casa, transformándose en elementos de cohesión.
En los dormitorios, los arquitectos optaron por intervenir solo lo necesario, preservando los elementos originales, desde los mosaicos hasta las molduras. Para satisfacer la necesidad de los propietarios de tener cuatro habitaciones, el equipo diseñó un mueble que actúa como distribuidor y vestidor, dividiendo discretamente el dormitorio principal sin alterar el suelo hidráulico ni los techos decorativos.
Diseñar para el presente con alma de ayer
El proyecto de SIGLA Studio en la Gran Vía de Barcelona es una declaración de respeto hacia el modernismo y una reflexión sobre cómo habitar el pasado en el presente. Desde los suelos hasta el mobiliario diseñado exclusivamente para los clientes, cada elemento narra una historia de equilibrio entre lo moderno y lo histórico. La mesa del comedor, por ejemplo, es una creación única, construida en tablero marino y travertino romano, cuya estructura en zigzag fue protagonista de una cena para celebrar el fin de la obra, en palabras de SIGLA Studio, "recordando anécdotas de la obra y disfrutando del proceso".
SIGLA Studio ha logrado que esta casa sea un lugar donde "la sensibilidad por el confort, el trabajo artesanal y la domesticidad han sido fundamentales en cada decisión tomada durante la reforma", explican los arquitectos. Así se redefine lo que significa habitar un espacio donde el legado modernista se abraza con una sensibilidad contemporánea.